Relevo en el PP

Casado avisa a Sánchez de que pedirá aplicar el 155 si sigue con su posición «tan ambigua» sobre Cataluña

El líder del PP ha destacado que exigirá a Sánchez que "no ceda ante el chantaje de los secesionistas"ni "dialogue con los que quieren romper la unidad de España"

El presidente del PP, Pablo Casado, conversa con Ángel Garrido durante la reunión de la Junta Directiva del PP de Madrid. EFE/ Javier López
El presidente del PP, Pablo Casado, conversa con Ángel Garrido durante la reunión de la Junta Directiva del PP de Madrid. EFE/ Javier Lópezlarazon

El presidente del PP, Pablo Casado, ha advertido este lunes al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de que su formación exigirá la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña si sigue manteniendo una posición "tan ambigua"frente a los independentistas en Cataluña.

En su intervención ante la Junta Directiva del PP de Madrid, Casado ha señalado que el mensaje de Carles Puigdemont avisando a Sánchez de que el periodo de gracia se le ha acabado evidencia que "algo habrán negociado bajo la mesa"de lo que "no han informado". "Nos dieron pistas con la reunión que mantuvieron en Moncloa Pedro Sánchez y Quim Torra con ese orden del día vergonzante", ha enfatizado.

En este sentido, el presidente del PP ha recriminado a Sánchez que "aceptara de forma inexplicable"el "orden del día"que llevó Torra a ese encuentro y en el que abogaba por la autodeterminación. "Para el PP también ha acabado el periodo de gracia con Pedro Sánchez", ha exclamado.

«Estaremos vigilantes»

Casado ha destacado que el PP exigirá a Sánchez que "no ceda ante el chantaje de los secesionistas"ni "dialogue con los que quieren romper la unidad de España". "Si sigue con esta posición tan ambigua, el PP va a solicitar la aplicación del 155", ha advertido, para recordar que el PP tiene "mayoría absoluta"en el Senado.

"La moción de censura no puede ser patente de corso para deshacer lo alcanzando en la pasada legislatura. Estaremos tremendamente vigilantes a lo que pase en el ámbito territorial", ha anunciado el nuevo presidente del PP.

En paralelo, ha defendido una política de inmigración "realista"y "no buenista"y ha replicado a quienes le llaman radical por sus posiciones en este tema que dicha expresión viene de la palabra "raíz"y supone "tener las cosas claras".

En su discurso ha señalado que, cuando ha gobernado el PP, "no ha habido problemas con la acogida de inmigrantes", y se ha remontado a los años noventa, en parte de los cuales fue presidente José María Aznar, para señalar que entonces "no hubo problemas"con la acogida de inmigrantes, que fue "ordenada y legal, integrada y sin guetos".

"Nos llaman radicales", ha admitido Casado, cuyas palabras sobre la inmigración de este fin de semana, cuando dijo que no había papeles para todos, han sido muy criticadas.

Pero ha insistido en que la expresión "radical"viene "raíz"y eso supone "tener las cosas claras", hablar con "independencia"y "no ir por las ramas", además de ser "fiel a los principios".

Y tras insistir en que los principios del PP no solo son los correctos sino que además han sido "los más eficaces", ha defendido una política de inmigración que tenga en cuenta en primer lugar la seguridad y en segundo la solidaridad.

Así, ha apuntado que lo primero que hay que hacer es garantizar la seguridad en las fronteras y tratar la inmigración "en origen", con una mayor implicación del Frontex (la agencia europea de la guardia de fronteras y costas), con la coordinación con las armadas de países vecinos y con el apoyo a la Guardia Civil y la Policía.

Y un apoyo, ha añadido, que incluya la "censura"a las agresiones con cal viva, como las dirigidas a agentes de la Guardia Civil hace cuatro días en un asalto a la valla de Ceuta.

En cuanto a la solidaridad, Pablo Casado ha reiterado esta tarde que la izquierda "no tiene el monopolio de los buenos sentimientos", y esta política "no se arregla"colocando un cartel de "bienvenidos refugiados", como hizo el ayuntamiento de Madrid en su fachada.

Tras insistir en defender la política de inmigración de los noventa, subrayar que España fue "un ejemplo para todo el mundo" y recordar que durante la crisis económica "muchos volvieron a sus países de origen sin ningún problema", ha lamentado que en 2008 "el problema volvió"con la apelación de "papeles para todos". Y eso, ha señalado, es "como lo que está sucediendo ahora".

Pablo Casado ha asegurado no compartir las políticas del gobierno italiano que encabeza Matteo Salvini, que están provocando que se estén buscando "otras rutas hacia España".

Pero, igualmente, ha rechazado la política del Gobierno de Pedro Sánchez de "hacerse fotos"con la llegada de un barco a Valencia, en alusión al Acuarius, mientras al mismo tiempo llegaban seiscientas personas a Almería y "nadie decía nada".

"La demagogia no es buena ni para España ni para los inmigrantes extorsionados", ha apuntado Casado, quien ha insistido en que la inmigración debe de abordarse desde una "perspectiva realista y sincera y no buenista y demagógica".