Opinión

Comicios de susto y calculadora

Sabremos quién ganará pero hay que esperar a quién gobernará

Los ciudadanos acudirán el 28-M a votar
Los ciudadanos acudirán el 28-M a votarEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Ayer tuvimos empacho de encuestas. Varios medios de comunicación, entre ellos LA RAZÓN, publicaron sus estimaciones demoscópicas. Si alguien esperaba ver la luz, a lo sumo pudo distinguir los nubarrones que se ciernen en Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Los empates se dilucidarán por puñados de votos y los sustos de última hora estarán a la orden del día. Solo tres comunes denominadores. El PP no obtendrá en ningún sitio la anhelada mayoría absoluta y siempre necesitará a Vox para gobernar, incluida la Comunidad de Madrid por mucho que los populares digan que tendrán más diputados que la izquierda; el PSOE aguanta mejor de lo previsto aumentando sus porcentajes en territorios y ciudades, pero no tiene garantizados los gobiernos por el crecimiento del PP que fagocita a Cs; y la izquierda del PSOE puede pagar cara su división en la Comunidad Valenciana, Aragón y Madrid, La Rioja y Baleares perjudicando las opciones del bloque progresista frente al conservador.

Yolanda Díaz tuvo mucha prisa en presentar Sumar y dejar de lado a Podemos, y aunque los de Ione Belarra no pasan por un buen momento son necesarios para el proyecto que lidera la vicepresidenta. Lo que hasta ahora era una teoría, que el Gobierno progresista necesita a Sumar como tercera fuerza para reeditar la coalición, será un dato la noche del 28-M. La división no los deja en tercera posición, un puesto que ocupará Vox . Quedar cuartos y fraccionados será sinónimo de perder músculo institucional. Quedar terceros, en las generales, depende claramente de ir juntos.

El PP también ha sido consciente de esta subidón de la ultraderecha y «curiosamente» el tema de la inclusión de condenados por pertenencia a ETA, ha dejado de ser tema principal porque los trackings de los ultraderechistas han recomendado bajar el pistón en un tema que nunca tenía que haber sido tema y del que se ha hecho un uso menospreciable por parte de Díaz Ayuso, por cierto, la única beneficiada por la polémica. El pasa palabra de los populares tiene que ver con el precio a pagar. Si Vox sube en representación subirá en sus demandas, lo que puede ser un lastre para las generales.

Los socialistas en el territorio están sudando la gota gorda porque a pesar de crecer aparecen todas las incertidumbres porque sus socios pueden ser menos útiles de lo necesario. La única duda surge en Aragón, dónde Javier Lambán puede reeditar su gobierno gracias a la derecha. El PAR ha subido enteros en la campaña y tiene opciones en Teruel y en Huesca robando los escaños al PP. Aragón Existe ha hecho aguas en campaña y empeora expectativas pero tendrán representación, fundamental, para dirimir quién es el presidente. La incógnita está en saber si darán apoyo al PP de Azcón.

Estos sudores en los barones no son un problema en Moncloa porque el PSOE resiste y está en la pole position de cara a las generales. El presidente del Gobierno ha nacionalizado los comicios y puede salir airoso porque no está dicha la última palabra sobre quién tendrá más votos en las elecciones del 28-M al margen de la realidad local. Un dato nada desdeñable pensando como piensa el presidente en las generales. De hecho, una victoria socialista en votos empañaría la recuperación de instituciones por parte de Feijóo que además se encontraría de nuevo con el griterío interno.

Todo está en el aire y en la noche del 28-M sabremos seguro quién ha ganado pero deberemos esperar a saber quién gobernará. En el galimatías solo Jaume Collboni, el alcaldable socialista de Barcelona, apunta a victoria. Ayer todas las encuestas le daban ganador con un cuello de ventaja sobre sus competidores. Todo un rara avis en unos comicios en lo que se tirará más que nunca de calculadora.