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Interior

La compra de balas tras el veto a Israel: un lote desierto y otro para una firma noruega

El Ministerio del Interior aún no ha vuelto a sacar a licitación el contrato de la munición que anuló a una empresa israelí

Fernando Grande-Marlaska en el destacamento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Doñana EPEP

El Ministerio del Interior no está teniendo nada fácil las compras de balas tras el veto a la compra de productos armamentísticos a Israel. La Guardia Civil publicó hace meses una licitación para otro tipo de munición, diferente al que se anuló, que se dividió en dos lotes: uno de ellos ha terminado desierto y el otro irá a una empresa española que está sostenida por una firma noruega.

Las balas cuya compra anuló el Gobierno pertenecían al calibre 9 mm y fueron adquiridas a una empresa israelí. El Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska publicó esta licitación para 15,3 millones de munición. Esta noticia provocó un cisma de la coalición y se anuló tras las protestas de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que exigió la cancelación inmediata.

De forma paralela, poco tiempo después, la Guardia Civil publicó dos lotes para comprar munición eslabonada de calibres distintos. El primero de ellos era de un 5,56 mm y con un valor estimado de 38.720 euros. Lamentablemente, esta licitación ha quedado desierta porque ninguna empresa se ha presentado para optar al concurso público.

Marlaska admite errores en el contrato de balas a Israel hasta que el Gobierno halló el "mecanismo" para su rescisiónEuropa Press

El segundo lote era para un calibre 7,62 mm y con un importe de 61.710 euros. El adjudicatario de la misma es Nammo Palencia. Esta sociedad, que se encuentra ubicada en la antigua Fábrica de Armas de Palencia, pasó a manos de esta firma noruega hace una década.

Pedían agilidad e inmediatez

Los dos procedimientos de compra de balas se publicaron a mediados de mayo de 2025. Se produjo una semana después de la polémica que se produjo con la compra de cartuchos a una empresa de Israel. Así, la memoria que justificó el gasto detalla que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen el "deber jurídico de intervenir en defensa de la legalidad y de la seguridad ciudadana".

Desde la Administración se detalló que este tipo de cartuchos "no se compran de forma recurrente, al ser empleados únicamente en este tipo de misiones, por lo que resulta inviable planificar su contratación". "Siendo necesario dotar de agilidad e inmediatez la adquisición cuando surge la necesidad puntual", añadían. Una circunstancia que se ha cumplido a medias por quedar desierto uno de los dos concursos tras el veto a Israel.