Política

El PP ya contempla que Vox trunque los presupuestos autonómicos

Génova ve a Abascal en una «cruzada» y Feijóo activa una operación para atraer desde ya a sus antiguos votantes

El presidente de VOX, Santiago Abascal, durante una rueda de prensa, en la sede del partido, a 20 de mayo de 2024, en Madrid (España). La rueda de prensa ha tenido lugar después de que el presidente de Argentina, Javier Milei visitara Madrid durante el pasado fin de semana. En uno de los actos en los que ha participado ha atacado al Gobierno y a la mujer del presidente del Ejecutivo. Tras ello, el Gobierno ha abierto una crisis diplomática con Argentina. 20 MAYO 2024;ABASCAL;GOBIERNO;CRISIS DIPLOMATICA;ARGENTINA;MILEI Ricardo Rubio / Europa Press 20/05/2024
El líder de Vox, Santiago Abascal, en una rueda de prensaRicardo Rubio / Europa Press

Del optimismo al escepticismo. El PP ya contempla la posibilidad de que Vox rompa las negociaciones que se estaban llevando a cabo en varias comunidades para cerrar un pacto de presupuestos. El retraso temporal que acarrean y las «posiciones de máximo» que los barones autonómicos populares notan en los negociadores de Vox, son dos de los síntomas que hacen a la dirección nacional del PP sospechar que el partido de Santiago Abascal puede acabar por truncar los acuerdos.

En el PP nacional no esconden que su deseo a día de hoy sigue siendo el de que sus presidentes puedan cerrar sus cuentas, sobre todo en Murcia y Aragón, donde las conversaciones se habían acelerado. Sin embargo, a día de hoy, ya dejan de hablar de fechas para rubricar los acuerdos. «Cuánto antes sería lo ideal», siguen manteniendo. Pero, ya empieza a sonar una coletilla que aventura que en Génova ya empiezan a construir el relato ante la posibilidad de que las negociaciones encallen. «Si no quieren tener cuentas, ellos sabrán», explican fuentes de la dirección nacional. Así, dentro del PP ya está implantada la idea de que, salvo sorpresa, Vox bloqueará las cuentas. De fondo, la sensación que empieza a calar es el de que Vox está dispuesto a todo con tal de no propiciar una mínima victoria que pueda reforzar a Alberto Núñez Feijóo. Y tener presupuestos en las comunidades redunda en el PP nacional, aunque sea de forma indirecta.

En las comunidades afectadas niegan haber recibido ninguna orden de Génova sobre si ceder para firmar los pactos con Vox, pero empieza a cundir el pesimismo. En el entorno del presidente de la Región de Murcia reconocen que las conversaciones están en «punto muerto» y aseguran haber hecho «todo lo que estaba en su mano». «El obstáculo está en ellos», critican. En Aragón, los populares ven que Vox empieza a plantear «un carro de peticiones que no son asumibles». «Quieren que el presidente salga a leer un texto dictado por ellos», describen gráficamente las fuentes consultadas. No ven un «interés real» de pactar, lamentan. Este bloqueo, sin embargo, no se aprecia en Baleares, donde continúan discretamente hablando. «Hay avances, pero nada cerrado», dicen en el gobierno balear.

Consigna: arañar votantes a Vox

Sí hay coincidencia en Madrid y en los territorios en describir a un Vox dispuesto a hacer «oposición al PP» en vez de aprovechar sus energías en «echar» del Gobierno a Pedro Sánchez. Para Génova, eso sí, es ya una estrategia «habitual» en Vox. Frente a esta intención, en el PP aseguran que no se distraerán de su objetivo, que es el de construir una alternativa para cambiar el Gobierno. De hecho, ante la «cruzada» en la que ven a esta formación para desgastar al presidente popular, la orden a ejecutar para combatir a Abascal es clara. Llamar a la puerta de sus votantes para que vuelvan a reunificarse en torno al PP en unas próximas elecciones generales. El propio Feijóo fue muy claro el pasado miércoles en una entrevista en «La Brújula» de Onda Cero con Rafa La Torre. «Si ustedes cogen la papeleta del PP, Sánchez se va. Si no la cogen, pues a lo mejor en vez de faltarnos cuatro escaños nos falta uno». Un mensaje directo a los electores de Vox. El presidente popular quiso advertir así de los riesgos de la fragmentación electoral y es por eso que apremió a la concentración de voto para no quedarse –otra vez– a las puertas de La Moncloa.

El PP había dado una segunda oportunidad a Vox después de que fueran estos quienes salieran de cinco de sus gobiernos. De hecho, la urgencia de aprobar los presupuestos en la Comunidad Valenciana para impulsar la reconstrucción tras la Dana había sido contemplada por la dirección nacional del PP como una oportunidad para que el resto de comunidades donde gobiernan retomaran sus contactos con Vox. Así, los populares podían alejarse de la mala imagen que proyecta que a nivel nacional podía proyectar que exigieran a Pedro Sánchez que presentara los Presupuestos Generales o convocara elecciones.