Mediterráneo
La Armada muestra su poder naval con el despliegue, por segunda vez este año, del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo 23
Estos despliegues permiten comprobar la capacidad expedicionaria de la Armada para proyectar una poderosa fuerza naval durante un periodo prolongado y lejos de sus bases
Este miércoles ha dado comienzo el segundo despliegue del Grupo Expedicionario Dédalo-23 por el Mar Mediterráneo, que se prolongará hasta la segunda quincena de noviembre, con la particularidad de que la Armada española liderará el primer ejercicio de la nueva Capacidad de Respuesta Militar de la Unión Europea y participará en las “actividades de vigilancia reforzada” de la OTAN.
Previamente a este despliegue, ya se llevó a cabo otro entre los meses de enero y marzo de este año, formando parte de la contribución española a la seguridad marítima en el Mediterráneo y a la Disuasión y Defensa de la OTAN y posiblemente del adiestramiento más avanzado para una agrupación en la mar en tiempo de paz. Además, dicho despliegue coincidió con la tragedia desencadenada por el terremoto de Turquía, lo cual obligó a alterar los planes de la flota española para acudir a prestar ayuda humanitaria a dicho país.
Estos despliegues de la flota española han permitido, no solo comprobar la capacidad expedicionaria de la Armada para proyectar una poderosa fuerza naval durante un periodo prolongado y lejos de sus bases, operando con otras armadas y agrupaciones de la OTAN en escenarios diversos, sino para mostrar, una vez más, la polivalencia y capacidad de adaptación de sus unidades a situaciones imprevistas. De hecho, son pocos los países capaces de desplegar una flota tan poderosa durante tanto tiempo y con tal capacidad de respuesta, ya que incluye, no solo buques, sino también cazas y helicópteros embarcados.
En las sucesivas fases de este segundo despliegue participarán los buques del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota, Juan Carlos I, Galicia y Castilla, aviones Harrier de despegue vertical, helicópteros, un Batallón Reforzado de Desembarco de Infantería de Marina y la fragata Numancia, recayendo de nuevo el mando en el Contralmirante Gonzalo Villar.
Inicialmente, los buques de asalto anfibio Galicia y el Castilla, que embarcarán al 1er Batallón de Desembarco del Tercio de Armada, llevarán a cabo durante la primera semana del despliegue, ejercicios bilaterales con el buque anfibio estadounidense USS “Mesa Verde” y un batallón de Marines en el Campo de Maniobras Sierra del Retín, Cádiz.
En una segunda fase, y tras la incorporación del Juan Carlos I tras la finalización de su Calificación Operativa, dará comienzo el ejercicio MILEX 23. Un ejercicio multinacional que constituirá la primera ocasión en que la Unión Europea pondrá en práctica su Capacidad de Respuesta Militar, introducida en la “Brújula Estratégica” aprobada el pasado año.
En este ejercicio participarán unidades navales, aéreas y terrestres de 21 países de la Unión, que sumarán más de 2800 efectivos. Esta fuerza estará bajo el mando del Comandante del Grupo Anfibio y de Proyección, GRUPFLOT, que contará con el apoyo de un Estado Mayor internacional.
Un ejercicio con seis portaaviones y portaaeronaves
Finalizado el ejercicio MILEX, el Grupo “Dédalo” se dirigirá al Mar Adriático para participar en las “actividades de vigilancia reforzada”, Neptune Strike, bajo mando OTAN. En esta fase del despliegue cobra una especial relevancia la presencia, junto al buque Juan Carlos I, de los portaaviones USS Dwight D. Eisenhower, norteamericano; ITS Cavour, italiano; HMS Queen Elizabeth, británico y los portaaeronaves anfibios USS Bataan, norteamericano y TCG Anadolu, turco. Este último buque, gemelo del “Juan Carlos I”, participará por primera vez tras su reciente entrada en servicio.
Finalmente, y en la fase final del despliegue, el Grupo “Dédalo 23” tomará parte en el ejercicio OTAN “Dynamic Mariner/Mare Aperto 23” que se desarrollará en aguas de Cerdeña.
La combinación de los buques, aviones, helicópteros e infantes de marina presentes en el Grupo de Combate Expedicionario conforma un elemento vital de disuasión en situaciones de crisis, por su capacidad de actuar en cualquier costa desde aguas internacionales y durante prolongados periodos de tiempo, tanto en autónomo como integrada en fuerzas o grupos de combate de la Alianza y de la UE, asumiendo en su caso el mando de dichas fuerzas o de unidades de otros países socios y aliados.
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