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Innovación militar

Descubre cómo funciona la capa de invisibilidad que el Ejército español podría usar: tecnología estilo Harry Potter

Fecsa trabaja en el desarrollo de esta prensa que logra engañar también a los drones

El desarrollo de la capa de invisibilidad en la que trabaja Fecsa para no ser detectado de la huella de calor. Gonzalo Pérez

En un rincón de la innovación tecnológica militar de la feria internacional de Defensa y Seguridad (Feindef), la realidad y la ficción están a punto de cruzarse. La última revolución en la que trabaja Fecsa tiene un toque de hechicería que podría hacer temblar a cualquier enemigo: una capa de invisibilidad que, al igual que en el mundo de Harry Potter, promete hacer desaparecer a quien la lleve puesta.

En una escena de combate en un bosque espeso, donde la tensión flota en el aire y los soldados se despliegan con cautela se busca que la capa de invisibilidad consiga borrarles del campo de visión de las cámaras térmicas y ópticas sin dejar rastro ni tampoco ser percibido su calor corporal. Así de enigmática la capa que Fecsa está desarrollando, que busca convertir a un militar en una figura casi etérea, fundiéndole en un entorno que se escape de las lentes de las cámaras. Se trata de un verdadero golpe estratégico en la guerra moderna. Con su tecnología innovadora, inhibe la huella térmica, lo que significa que quien la lleve se convierte en un espectro imposible de detectar en escenarios donde el calor corporal podría delatar la posición.

El poder de "desaparecer"

Los drones, siempre atentos y despiadados, también caen en la trampa de esta capa que no refleja el espectro infrarrojo. Así, un soldado cubierto por ella puede moverse en silencio entre los árboles, sin miedo a ser localizado por esos vigías voladores que escrutan cada rincón del paisaje.

La tecnología que hace posible este camuflaje es revolucionaria, pues logra borrar la huella térmica en zonas boscosas o selváticas, donde el calor ambiental podría jugar en contra. A pesar de su poder ocultador, la capa tiene limitaciones propias de su naturaleza textil: es ligera, transpirable y con colores similares a los de un uniforme de camuflaje, pero no ofrece protección balística. Se trata de una prenda que se lleva encima del equipo militar habitual, garantizando la máxima movilidad sin sacrificar la capacidad de ocultación.

Fase de prueba

Todavía es un prototipo, una promesa en desarrollo. Fecsa se encuentra en la fase de pruebas, experimentando con diferentes temperaturas y entornos para asegurar que el camuflaje sea efectivo en cualquier escenario. Los primeros resultados son prometedores, y pronto los ejércitos llevarán a cabo sus propias verificaciones. El objetivo: perfeccionar el tejido y validar su uso operativo.

Aunque aún quedan desafíos por superar, el avance logrado hasta ahora no deja de ser importante. La idea de un soldado que puede desaparecer ante las cámaras térmicas y nocturnas suena a ciencia ficción, pero la tecnología está cada vez más cerca de hacerlo posible.

Borrarse ante el enemigo

Al ver a un soldado envuelto en esta capa, es inevitable recordar a Harry Potter recorriendo los pasillos de Hogwarts sin ser visto. Y aunque aquí no hay varitas ni hechizos, el impacto táctico es igualmente mágico: borrar la presencia del combatiente del enemigo y crear una ventaja estratégica sin precedentes.

Si todo va según lo planeado, en pocos años podríamos ver a soldados españoles utilizando este camuflaje en escenarios reales. Fecsa está a punto de abrir la puerta a un futuro donde la invisibilidad deje de ser un mito y se convierta en una herramienta esencial en el arte de la guerra.

En el combate moderno, ser invisible no será solo cuestión de astucia o entrenamiento: será el resultado de una tecnología que convierte en realidad uno de los sueños más antiguos de la humanidad.