Estos son los requisitos para entrar en la Legión Española en 2025

La Legión Española, fundada en 1920 y reconocida por su carácter disciplinado, continúa siendo en 2025 uno de los destinos más codiciados y exigentes para quienes desean iniciar una carrera militar en España. Integrada en el Ejército de Tierra, esta unidad de élite exige una serie de condiciones estrictas para garantizar que sus futuros legionarios estén a la altura tanto física como psicológicamente. A continuación, repasamos los principales requisitos actualizados, según los últimos datos del Ministerio de Defensa.

Nacionalidad: abierta, pero no para todos

Uno de los aspectos más consultados es si pueden ingresar ciudadanos extranjeros. La respuesta es sí, pero no cualquiera. Sólo pueden presentarse quienes tengan la nacionalidad española o procedan de países con lazos históricos con España, como los latinoamericanos, Guinea Ecuatorial, Portugal o Brasil. También se permite el acceso con doble nacionalidad, siempre que una de ellas sea alguna de las anteriores.

En el caso concreto de ciudadanos hispanoamericanos, la lista incluye países como México, Colombia, Argentina, Venezuela, Chile o Ecuador, entre otros. Sin embargo, en algunas situaciones, como ocurre con aspirantes de Perú, se exige una autorización adicional emitida por su país de origen.

Además, se debe residir legalmente en España, contar con un pasaporte válido y no haber sido expulsado o tenido conflictos legales con el Estado español.

Edad, estudios y expediente: filtros obligatorios

Para acceder como militar de tropa en la Legión hay que tener entre 18 y 29 años en el momento de presentar la solicitud. No hay excepciones con la edad, aunque sí existen otros caminos para quienes aspiren a entrar como suboficiales u oficiales, donde las franjas de edad y formación varían.

Desde el punto de vista académico, se exige haber superado al menos la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o su equivalente. No tener este título es motivo directo de exclusión del proceso.

También es obligatorio carecer de antecedentes penales, estar en pleno ejercicio de los derechos civiles y no haber sido expulsado anteriormente de las Fuerzas Armadas o de cuerpos de seguridad.

Requisitos físicos y médicos: un reto exigente

Uno de los aspectos más determinantes para ingresar en la Legión es pasar las pruebas físicas y médicas. En cuanto a la estatura, se exige medir como mínimo 1,55 metros y no superar los 2,03 metros. Este parámetro, aunque pueda parecer anecdótico, es crucial para garantizar la operatividad en combate y la ergonomía con el equipo militar.

El índice de masa corporal (IMC) debe estar entre 18 y 29. No obstante, si un aspirante tiene un IMC superior debido a masa muscular desarrollada y no presenta factores de riesgo, su caso puede ser valorado de forma excepcional.

En el apartado visual, no se puede tener más de 4 dioptrías de miopía ni superar las +4 de hipermetropía o las ±2 de astigmatismo. Estas condiciones se evalúan de manera rigurosa en el reconocimiento médico.

Además, está prohibido tener tatuajes que atenten contra los valores constitucionales o la imagen del Ejército. También se descartan patologías incluidas en el Cuadro Médico de Exclusiones publicado por Defensa.

Aspirantes a mandos: más formación, más responsabilidad

Quienes deseen ingresar como suboficiales (sargentos, brigadas...) u oficiales (tenientes, capitanes...), deben cumplir con requisitos adicionales. Los suboficiales acceden mediante oposición y deben contar con el título de Bachillerato o equivalente. Su edad máxima suele situarse en los 27 años, aunque puede variar según la convocatoria.

Para ser oficial, el camino pasa por superar la PAU (antigua selectividad) con una nota alta y formarse en una de las academias militares como la Academia General Militar de Zaragoza, la Escuela Naval de Marín o la Academia General del Aire en San Javier. También se contempla el acceso con títulos universitarios en ciertas especialidades técnicas.

Entrar en la Legión Española no es para cualquiera. Se necesita disciplina, preparación física, una situación legal limpia y compromiso con los valores del Ejército. Para quienes estén dispuestos a asumir el reto, la recompensa es formar parte de una de las unidades más emblemáticas y respetadas de las Fuerzas Armadas.