Política

Gobierno de España

El IBEX, huérfano de políticos

Inquietud entre los empresarios por la falta de interlocutores en PSOE, PP y Cs a la espera de los pactos. «Es una situación endiablada. La economía es un solar», lamentan.

La ministra de Industria, la Portavoz y la de Economía en una imagen de archivo
La ministra de Industria, la Portavoz y la de Economía en una imagen de archivolarazon

Inquietud entre los empresarios por la falta de interlocutores en PSOE, PP y Cs a la espera de los pactos. «Es una situación endiablada. La economía es un solar», lamentan.

«La cosa no está para tirar cohetes». La frase corresponde a un destacado empresario durante la última comisión ejecutiva de la CEOE, plenamente ratificada por la mayoría de sus miembros. La reciente caída del paro y el aparente frenazo al déficit excesivo tienen muy contento al Gobierno de Pedro Sánchez, pero no satisface a la gran patronal y la cúpula del IBEX, que lo ven como «un espejismo» y detectan la falta de buenos interlocutores en el PSOE, el PP y Ciudadanos. En este momento, los ministros económicos del Ejecutivo en funciones aguardan con incertidumbre su futuro tras las elecciones del 28-A y la compleja investidura del candidato socialista, mientras los equipos populares y naranjas aparecen desmantelados en espera del resultado de los pactos postelectorales. «Es-tamos huérfanos de políticos», advierten dirigentes empresariales, al tiempo que reclaman un Gobierno estable, moderado, que cumpla con las reformas estructurales sin desfases presupuestarios.

Existe gran inquietud empresarial por una situación que califican como «endiablada”, por lo que desde hace días se mantienen contactos discretos para garantizar estabilidad. Pero la situación política, pendiente del debate de investidura, es muy complicada. Por ello, dirigentes del IBEX y destacados financieros redoblan su presión sobre Ciudadanos para que favorezca un gobierno de Pedro Sánchez sin las ataduras de Podemos o los independentistas. «Es hora de ser responsables y no de egos», dicen varios de ellos ante el excesivo protagonismo de Albert Rivera. En estos sectores no está gustando nada el comportamiento del partido naranja en la negociación de los pactos. «Son veletas, solo piensan en ellos», afirman algunos. Echan en falta programas de altura, propuestas económicas que cumplan los ajustes impuestos por Bruselas, con una presión fiscal sensata y la reforma laboral adecuada.

En el Gobierno, los dos ministros con más diálogo y respeto en el IBEX son la de Economía, Nadia Calviño, y el de Fomento, José Luis Ábalos. La primera les ha garantizado que está dispuesta cumplir las exigencias europeas, aunque con un aumento de ingresos, o sea, a través de una subida de impuestos que los empresarios rechazan. El titular de Fomento, hombre de enorme peso en el partido, es contrario a la entrada de Podemos en el Ejecutivo y sus radicales propuestas económicas, al tiempo que favorable a una abstención de Cs que permita la estabilidad. Por el contrario, las titulares de Hacienda, María Jesús Montero, Trabajo, Magdalena Valerio, y Transición Ecológica, Teresa Ribera, generan honda preocupación entre los «gurús» empresariales.

Desde el Ministerio de Trabajo, que dirige Valerio, se ha generado una agria polémica con el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, a quien exigen pedir perdón por pronosticar que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) provocaría una fuerte destrucción de empleo. Por su parte, la ministra Teresa Ribera atacó de manera impresentable al presidente de Repsol, Antonio Brufau, a propósito del diésel y los combustibles. Sus declaraciones provocaron una tormenta de críticas, mientras Brufau recibió el apoyo de las más prestigiosas autoridades de la industria europea. Los expertos avalan al Banco de España en su advertencia sobre el alza récord del SMI y censuran la política radical de Ribera. «Debería responder con criterio y rigor a Brufau en vez de descalificarlo», dicen los empresarios del sector.

Tampoco encuentran en el PP y Cs interlocutores potentes. Todos los «gurús» económicos de Rajoy están fuera de la actual cúpula popular. Luis de Guindos en Europa, y Cristóbal Montoro, los hermanos Nadal o Fátima Báñez, alejados ya de la política. No existe una cabeza visible en el área económica de Pablo Casado, a quien ven ahora únicamente preocupado por los pactos que le permitan afianzar su poder en el partido. Los empresarios confían en que Casado designe un buen portavoz económico, de peso, en el futuro Congreso. Y no es menor la situación en Cs, dónde Luis Garicano ejerce de «Pepito Grillo» como eurodiputado. En Génova, todo el peso recae ahora en su secretario general, Teodoro García Egea, mientras por parte de los naranjas ejercen en este área los diputados Toni Roldán y el inspector de Hacienda, Paco de la Torre.

«El mejor signo de estabilidad política es la aprobación del presupuesto». Es la advertencia unánime empresarial: las amenazas de Podemos y los partidos separatistas perturban la buena marcha de la economía. En este sentido, el presidente en funciones se mostró muy críptico, impenetrable, en su última intervención ante el Círculo de Economía. Sánchez pasó de puntillas sobre el conflicto catalán y no desveló futuras alianzas, mientras el presidente de Foment, la gran patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, hizo un discurso valiente instando a una declaración de la Generalitat que garantice el marco jurídico y permita el regreso de las grandes empresas a Cataluña.

La ambigüedad sobre los Presupuestos, las medidas anunciadas sobre automoción con prohibiciones a los coches de gasolina, diésel e imposiciones a las gasolineras, el SMI, la revisión de la reforma laboral, los fichajes de los trabajadores que recuerdan rancios tiempos de antaño, la subida de impuestos y bases de la cotización a la Seguridad Social preocupan a los empresarios. «La gran incógnita es hacia dónde irá Pedro Sánchez», advierten. De cómo y con quienes gane Sánchez la investidura dependerá todo. Y si al final el Gobierno no puede aprobar los Presupuestos, resultará muy difícil aguantar otra legislatura a base de decretos. La sombra de unas nuevas elecciones es la «bicha» que nadie quiere nombrar.

Así las cosas, los empresarios no tienen sensación de euforia. La mayoría se inclina por un gobierno monocolor con acuerdos estables, o bien una coalición con Cs sin los chantajes populistas de Podemos, a quien desde luego no desean en puestos de mando, o los separatistas. Mientras tanto, lamentan muchos de ellos, «la economía sigue como un solar».