Gobierno de España

Sánchez no ha pedido la abstención a Casado: “Entiende su posición”

El PP resiste la presión de los empresarios y mantiene el “no” a Pedro Sánchez

El líder del PP insistió ayer en que el PP no se abstendrá ahora, ni en segunda votación, ni si hay más plenos de investidura / Foto: Gonzalo Pérez
El líder del PP insistió ayer en que el PP no se abstendrá ahora, ni en segunda votación, ni si hay más plenos de investidura / Foto: Gonzalo Pérezlarazon

El PP resiste la presión de los empresarios y mantiene el “no” a Pedro Sánchez.

La puesta en escena de la reunión de Pablo Casado con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ajustó ayer al guión previsto. El líder popular ratificó su «no» a la investidura, por «responsabilidad» respecto a lo que representa el programa de Sánchez y por «lealtad» al sentido del voto de quienes apoyaron las siglas del PP en las últimas elecciones generales. Pero por la mañana el líder de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, ya había intentado tomarle la delantera para seguir posicionándose como líder de la oposición, desde su «no es no» a Sánchez. Incluso para reunirse con él.

Casado mantiene su «no» a Sánchez, pero marca diferencias con Rivera en su explicitada disposición a llegar a pactos de Estado con el líder socialista, hasta once, una vez que éste supere, eso sí, la investidura. «El PP no puede facilitar investiduras tácticas, por responsabilidad». No lo hará ni ahora ni en segunda votación de este Pleno de investidura ni si Sánchez decide presentarse a otro.

En Génova venían sosteniendo que en septiembre «todo puede pasar», pero el choque entre el PSOE y Unidas Podemos da aire a la interpretación de que puede ser que «se esté imponiendo el criterio de quienes quieren sí o sí elecciones». La dirección popular no trabaja aún con ese escenario. Está centrada en administrar la que saben que será una presión creciente para que actúen como actor político facilitando la investidura de Sánchez con una abstención. Ya estaban recibiendo «llamadas de empresarios», confirmadas por la dirección popular, y asumen que esas llamadas irán a más en los próximos días.

La presión del desbloqueo crecerá ante el desencuentro entre Sánchez e Iglesias, pero Génova insiste en que no rectificarán, «en ningún caso», la decisión de no actuar «como agente facilitador del Gobierno de Sánchez». La posición de Rivera ya supone de por sí un elemento incómodo a manejar, porque les obliga a justificar lo que hasta ahora eran hábitos no discutidos, como el acudir a una llamada del presidente en funciones al margen de las discrepancias políticas.

Casado reiteró ayer por cuarta vez su «no» a Sánchez, e incidió en que cada uno es responsable de los socios que elige. En un tono más institucional que el que utilizó por la mañana Rivera, Casado también arremetió con contundencia contra el presidente en funciones, pero cuidando al mismo tiempo su perfil de hombre de Estado. Que propugna incluso reformas electorales que lleven a modificar la legislación vigente para establecer algún tipo de prima, como la que existe en otros países europeos, como en Grecia, que libre a los españoles de estar sometidos a un bloqueo político condicionado por el interés de partido. Ahora bien, él no se mueve de la abstención llueva lo que llueva sobre Génova, al menos según lo que ayer manifestó en su comparecencia tras la entrevista con Sánchez en el Congreso de los Diputados. El modelo griego prima al ganador con 50 escaños extra.

«No se puede seguir perdiendo el tiempo y él [por Sánchez] es el responsable de desbloquear esta situación. Han transcurrido dos meses desde las elecciones y no ha planteado una propuesta de futuro que pueda tener los votos necesarios».

Preguntado sobre si Sánchez le había solicitado la abstención, Casado contestó que Sánchez es consciente de cuál es la situación y su posición, dando a entender que en privado, expresamente esa petición no había llegado a producirse.

La posibilidad de una repetición electoral no es un escenario cómodo para el PP, a pesar de que las previsiones demoscópicas apuntan en la dirección de que se reforzaría el bipartidismo, el PP, por la teórica suma de voto útil. El último CIS, sin embargo, reforzaba más a Ciudadanos que al PP ante un escenario electoral, aunque es un barómetro sin «cocina» y realizado justo después de las elecciones autonómicas y municipales.