El PSOE cree que el "errejonismo"facilitará el pacto de izquierdas

El Rey firmará hoy el decreto que disuelve las Cortes y convoca las elecciones para el próximo 10 de noviembre. Un escenario cierto, desde que Felipe VI constatara que no había ningún candidato con los apoyos suficientes para someterse a la investidura, pero sobre el que se cierne ahora la incertidumbre con la irrupción de Íñigo Errejón a la escena nacional. El impacto que un nuevo partido de izquierdas pueda tener sobre el tablero político y, en concreto, para las perspectivas electorales del PSOE parece no preocupar en Ferraz. Fuentes del partido consideran positivo su paso al frente, porque creen que «facilitará» la configuración de una mayoría progresista tras los comicios.

«Mejor votos a Errejón que a la abstención», resume gráficamente un cargo socialista que deja entrever que el principal rival del PSOE en el 10-N será la desmovilización. Y precisamente en este campo, la irrupción del candidato de Más Madrid puede resultar un revulsivo que espolee a esos votantes de izquierda que preveían quedarse en casa, decepcionados por el fracaso negociatorio entre socialistas y morados. El ex número dos de Podemos concurre a estos comicios sin el desgaste de haber sido incapaz de pactar y con la disposición, en su día, de promover un gobierno progresista en la Comunidad de Madrid con Gabilondo.

La clave, apuntan en el PSOE, para que el salto de Errejón no se torne en un movimiento envenenado para ellos es que mida bien los territorios en los que va a presentarse, esto es, que no lo haga en todas las circunscripciones, sino en aquellas en las que se repartan al menos siete diputados. Son conscientes en Ferraz de que algo les restará también en estos lugares, pero por tratarse de un partido a su izquierda, creen que será Podemos quien sufra en mayor medida el «mordisco» de una formación que pelea por su mismo espacio ideológico y electoral.

En todo caso, los socialistas centrarán sus mensajes en el votante de centro, para recuperar en ese espectro el margen que se pueda ceder a la izquierda, de modo que se pueda conseguir una mayoría progresista. Consideran también que Errejón forzará a Iglesias a llegar a acuerdos para no quedar desplazado. Algo en lo que se hace especial hincapié es en el tono de la campaña. «Debemos huir del ataque frontal», aseguran, «porque el votante de izquierdas no entendería, tras el fiasco de la investidura, que nos estemos matando entre nosotros, mientras dejamos que la derecha salga indemne».