Terrorismo
El ex jefe "militar" de ETA Aitzol Iriondo se niega a declarar sobre el atentado de la T-4
El exdirigente etarra se ampara en que Francia no autorizó su entrega por esta causa, en la que se investiga también a "Josu Ternera", "Ata" y Ainhoa Ozaeta
El ex jefe "militar" de ETA Aitzol Iriondo se ha negado a declarar en relación al atentado de la T-4 del aeropuerto de Barajas cometido el 30 de diciembre de 2006, una acción criminal que puso punto y final a la tregua anunciada por la organización criminal nueve meses antes.
El exdirigente etarra, sucesor de "Txeroki" al frente de los "comandos", ha comparecido por videoconferencia ante el magistrado de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge desde la cárcel de Martutene , en San Sebastián (donde cumple condena), y ha esgrimido que Francia no le entregó por esta causa, acogiéndose al principio de especialidad y a su derecho a no declarar al respecto.
Tras una querella de Dignidad y Justicia, De Jorge investiga a Iriondo y a los también exdirigentes etarras José Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera"; Mikel Carrera Sarobe, "Ata"; y Ainhoa Ozaeta, "Kuraia" por este atentado, en el que fueron asesinados Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate y en el que 68 personas resultaron heridas.
Tras la querella interpuesta por Dignidad y Justicia, la investigación policial señaló que Iriondo estaba al cargo del "aparato militar" de ETA en las fechas del atentado con coche bomba, mientras que "Ata" era el responsable del "aparato logístico" y "Josu Ternera" estaba al frente del "político" y "Kuraia" controlaba el área de tesorería.
El antecesor del juez De Jorge, el magistrado Alejandro Abascal, determinó al abrir la investigación en 2022 que los cuatro exjefes etarras eran "dominadores de la organización terrorista ETA desde su posición de máximos dirigentes del órgano de dirección, el comité ejecutivo o Zuba (comisión de dirección) en el momento del atentado". De ahí que sus miembros se encargaran supuestamente de decidir, coordinar y seleccionar los objetivos, entregar el material necesario para atentar y dar la orden para llevar a cabo la acción criminal.
Condenas de más de mil años de prisión
Los etarras Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastián fueron condenados en 2012 a 1.040 años de cárcel por el atentado de la T-4. En esa sentencia, se atribuye a la Zuba una "implicación directa" en la decisión de colocar un coche bomba en el aeropuerto de Barajas. Asimismo, se apunta que fue la cúpula de la banda terrorista la que puso a disposición del "comando" la furgoneta-bomba que los etarras hicieron estallar en el parking.
Y es que según hacía hincapié Dignidad y Justicia en su denuncia, "la trascendencia política" del atentado, que supuso la ruptura de la tregua, hacía "imposible" que la decisión de llevarlo a cabo se adoptase al margen de la Zuba.
La asociación que preside Daniel Portero dejó al margen de la querella tanto a Mikel Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", porque ya fue procesado por estos hechos en 2008, como al etarra José Antonio Aranibar, supuesto responsable del "comando Elurra", autor del atentado.
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