Tribunales

La Infanta se sentará en la última fila en el juicio y separada de Urdangarín

La Audiencia de Palma sigue el orden de las declaraciones de los acusados al asignar los asientos

La sala de vistas se ha instalado en un polígono industrial de Palma de Mallorca
La sala de vistas se ha instalado en un polígono industrial de Palma de Mallorcalarazon

La Audiencia de Palma sigue el orden de las declaraciones de los acusados al asignar los asientos

A menos de una semana de que, el próximo lunes, comience el juicio del «caso Nóos», la Audiencia Provincial de Palma ya ha asignado a cada uno de los 18 acusados el lugar que ocupará en la sala de vistas, situada en el polígono de Son Rossinyol. La Infanta Cristina se sentará en un extremo de la última de las tres filas reservadas para los procesados, separada de su marido, Iñaki Urdangarín (para quien la Fiscalía solicita 19 años y medio de prisión), que también ocupará un lugar en esa misma fila, en el otro extremo, junto a su ex socio en el Instituto Nóos Diego Torres (ver gráfico) a un lado y, al otro, Miguel Tejeiro, cuñado de Torres y ex secretario del Instituto Nóos.

La hermana del Rey –para quien Manos Limpias pide una pena de ocho años de cárcel como cooperadora necesaria de los dos delitos fiscales que se imputan a su esposo, pese a que ni la Fiscalía ni la Agencia Tributaria presentan contra ella acusación alguna– tendrá a su derecha a la Prensa y delante, a la esposa de Diego Torres, Ana María Tejeiro, quien durante la instrucción se ha quejado reiteradamente del supuesto trato discriminatorio recibido en relación con la Infanta.

A la izquierda de Doña Cristina se situarán Salvador Trinxet, el asesor fiscal que supuestamente organizó el entramado empresarial en el extranjero del Instituto Nóos, y el ex vicealcalde de Valencia Alfonso Grau, que se sienta en el banquillo por los convenios firmados por Nóos con la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau, dependiente del Ayuntamiento de Valencia, para organizar tres congresos sobre turismo y deporte en 2004, 2005 y 2006.

La distribución de los asientos en la sala de vistas no es casual, pues la Audiencia de Palma de Mallorca ha seguido escrupulosamente, apuntaron fuentes del tribunal, el orden del interrogatorio a los acusados que el fiscal de Anticorrupción, Pedro Horrach, detalla en su escrito de acusación, en el que la Infanta Cristina figura en último lugar (es la única de los procesados a la que la Fiscalía no acusa de ningún delito).

En primera fila, justo enfrente del tribunal –presidido por la magistrada Samantha Romero– se sentarán los primeros en prestar declaración: el ex director general de Deportes de Baleares José Luis «Pepote» Ballester, el ex director de la Fundación Illesport Gonzalo Bernal, el ex responsable del Instituto Balear de Turismo Juan Carlos Alía, el ex secretario de este organismo Miguel Ángel Bonet, el ex presidente de Baleares Jaume Matas y el ex contable del Instituto Nóos y también cuñado de Torres, Marco Antonio Tejeiro.

En la segunda fila se sentarán, de izquierda a derecha, el ex director del Instituto Valenciano de Finanzas Jorge Vela, la ex responsable jurídica de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia Elisa Maldonado, el ex director de dicha entidad José Manuel Aguilar, el ex secretario valenciano de Turismo Luis Lobón, la ex consejera delegada de la candidatura olímpica Madrid 2016 Mercedes Coghen y la esposa de Diego Torres.

La Audiencia de Palma ya ha notificado a todas las partes el reparto de los asientos, distribuyéndoles el croquis elaborado por el letrado de la Administración de Justicia adscrito a la sección primera.

El juicio del «caso Nóos» –por el supuesto desvío de 6,2 millones de las administraciones balear y valenciana en beneficio del Instituto Nóos de Urdangarín y Torres– comenzará el lunes, con 590 periodistas de 84 medios acreditados, cuando las partes plantearán al tribunal sus cuestiones previas. Los abogados de la Infanta reclamarán entonces a la Sala que aparte a Doña Cristina de la causa en aplicación de la «doctrina Botín», que en el procedimiento abreviado impide sentar en el banquillo a un imputado sólo a instancias de la acusación popular, como sucede en el caso de la Infanta.