El desafío independentista

Los CDR detenidos recelaban de Paluzie: "No nos podemos fiar"

Las conversaciones intervenidas revelan los reproches a la ANC por la falta de movilización en las protestas durante el Consejo de Ministros en Barcelona el 21-D.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, junto a la responsable de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, junto a la responsable de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzielarazon

Las conversaciones intervenidas revelan los reproches a la ANC por la falta de movilización en las protestas durante el Consejo de Ministros en Barcelona el 21-D.

En las conversaciones intervenidas a uno de los miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) en prisión desde el pasado septiembre afloran las tensiones con otro de los pilares de la movilización social del independentismo: la Asamblea Nacional Catalana (ANC) que presidió Jordi Sánchez, condenado a nueve años de cárcel por sedición en el juicio del «procés».

En una llamada telefónica intervenida el pasado 19 de septiembre a Eduard Garzón –considerado por la Guardia Civil el «coordinador» de las acciones del Equipo de Respuesta Táctica (ERT), la facción más radical y violenta de los CDR–, éste asegura a su interlocutor, un tal Erik, que ha recibido un «código negro» –reservado a las informaciones de máxima reserva en sus protocolos de seguridad– referente a la convocatoria por parte de la ANC de una gran manifestación al día siguiente de que se notificara la sentencia del «procés».

Tras poner de relieve su interlocutor el hecho de que «la gente que está metida en los CDR también está metida en la ANC», que se traduce en que «no se entere ANC de lo que vas a hacer», recalca que «nosotros vamos de cara siempre». A lo que Garzón replica que los CDR deben encargarse «de hacer manifestaciones multitudinarias que es lo nuestro».

«En todas las reuniones que nos hemos sentado con ANC, Paluzie ha estado sentada en una puta reunión y nos ha dicho sí, sí, sí y luego nos la han dado por detrás», se queja el mismo individuo a Garzón, que asiente: «No, si es que no nos podemos fiar». Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, está siendo investigada por la Fiscalía por un delito de incitación al odio por encuadrar las acciones violentas en Barcelona como una promoción exterior del «procés».

Las quejas continúan sobre el excesivo protagonismo de la ANC en las movilizaciones soberanistas y en la falta de apoyo a las protestas de los CDR por parte de la Asamblea Nacional Catalana. «A lo mejor pues falla la coordinación o algo porque cuando hicieron lo de los ministros y tal (en referencia a la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona el 21 de diciembre del pasado año) iban a cortar el tráfico y tal y cual y ya ves tú». «No hicieron nada», lamenta su interlocutor. «Cuatro mataos que bajaron en coche y ya está».

«Escucha, yo no te lo he dicho nunca –tercia Garzón– ¿Por qué no somos 200.000 coches en el tramo de la Ronda de Dalt del litoral entre Barcelona y el aeropuerto?». «Y te dirán sí, sí, pero tú al final», le da la razón Erik aludiendo al excesivo protagonismo que acapara la ANC. «Bueno, pues se hace una barricada y no sé, ya está, eso ya serán tecnicismos después de una acción que, digamos, se vea clara».

En esa conversación, Garzón se refiere a una reunión con «aquel grupillo de los Escamots», al que la Guardia Civil considera un «segundo núcleo productor» asentado en Vic (Barcelona), que actuaría a partir del próximo diciembre, enero o febrero. Según los investigadores, podría estar realizando «actividades de elaboración y fabricación» de explosivos.