Desprecios de Interior

Marlaska ningunea a policías asesinados en atentados terroristas para condecorar a políticos retirados

Las medallas "a dedo" del titular de Interior relegan a quienes perdieron la vida por la barbarie terrorista: "Si Interior tuviera un mínimo de respeto a la memoria de nuestros caídos, rectificaría"

El PP interroga hoy a Marlaska en el Congreso por los ataques a miembros de la UCO y los audios de Leire Díez
El PP interroga hoy a Marlaska en el Congreso por los ataques a miembros de la UCO y los audios de Leire DíezEuropa Press

En febrero de este mismo año el titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, recibía del Consejo de Ministros el visto bueno a su nueva condecoración: la Orden del Mérito a la Seguridad, cuyo objetivo no era otro que "recompensar las actividades o acciones realizadas en aras a la seguridad pública y a la seguridad ciudadana". De este modo, el ministro puede, desde hace cuatro meses, elegir "a dedo" a sus condecorados.

Y en estas estamos, porque las primeras medallas han llegado "de la peor manera" y con polémica. Un exministro del Interior fallecido (Alfredo Pérez Rubalcaba) y cuatro exsecretarios de Estado de Seguridad son los "elegidos" por Grande-Marlaska para recibir la Gran Cruz y la Cruz de Oro de esa Orden del Mérito a la Seguridad, mientras a media docena de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se les ha reconocido, a título póstumo y por perder la vida como consecuencia de atentados terroristas, la Cruz de Plata.

"Es una ofensa intolerable y un nuevo despropósito en el capítulo de desprecios de ese departamento a los profesionales de la seguridad pública", denuncian desde la Confederación Española de la Policía (CEP). Agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra, la Ertzaintza, la Policía Foral de Navarra, las Fuerzas Armadas y la Policía

Municipal de Madrid son marginados y ninguneados por el titular de Interior. Tal es su desprecio, añaden, que no ha tenido reparos en equiparar a los que han perdido la vida en un atentado terrorista con otros galardonados como el actual director general de Tráfico, una antigua responsable de Instituciones Penitenciarias con el PSOE, una ex consejera del Gobierno socialista de la Generalitat valenciana y una periodista. Todos ellos están en la misma categoría de premiados por Grande-Marlaska.

Dimisión de Marlaska: "Hoy, mejor que mañana"

Más allá del reconocimiento a la trayectoria profesional de cada uno, desde la CEP consideran "bochornoso que se pueda equiparar a quienes fueron presas de la barbarie terrorista con cualquier otro colectivo, sea del ámbito que sea". Es más, insisten en que "esa equiparación es injusta, intolerable y si Interior tuviera un mínimo de respeto a la memoria de nuestros caídos, rectificaría esta decisión". Porque esta situación no hace sino volver a colocar en el eje del huracán el sistema de reconocimientos y recompensas profesionales del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.

Ya si hablamos de los galardonados con la Gran Cruz o la Cruz de Oro, por encima de los agentes, "no hay un solo argumento que pueda justificar que un policía que haya sido vilmente asesinado por una banda terrorista como ETA merezca un reconocimiento de inferior categoría que quien ha ocupado, con mayor o menor acierto, responsabilidades políticas en la dirección del Ministerio del Interior", relatan desde este sindicato policial. Así, reiteran: "No tiene sentido, no es lógico, no es justificable y ofende gravemente la memoria de quienes dieron su vida combatiendo al terrorismo y protegiendo la vida de los ciudadanos españoles".

Y en este punto, la Confederación Española de la Policía hace un alto para recordar a la Inspectora Jefe María José García Sánchez, que perdió la vida asesinada durante la desarticulación de un comando de ETA en Zarautz (Guipúzcoa) hace ahora 44 años. Por ella y otros muchos como ella, consideran que ha llegado el momento de ser "firmes en la exigencia de respeto, memoria y justicia para quienes merecen, siempre y en todo lugar, la máxima condecoración posible".

En definitiva, exigen a Grande-Marlaska que "rectifique" y que dimita "hoy, mejor que mañana", porque "el abismo que se ha abierto entre él y los profesionales de la seguridad pública es ya insalvable". Eso si antes no es cesado o destituido, solución a la que tampoco pondrían ningún "pero".