Elecciones catalanas
Nervios en ERC ante un desplome: Aragonès ya prefiere la oposición a gobernar con el PSC
La tensión interna crece y el candidato se niega a formar parte de un Govern que no esté presidido por él
Esquerra está en horas bajas: tras una legislatura muy complicada de Pere Aragonès al frente de la Generalitat, las encuestas llevan ya semanas alertando de un desplome en las elecciones del 12 de mayo y ese escenario parece más cerca que nunca de darse. En este contexto, los nervios crecen dentro de Esquerra y, consciente de ello, Aragonès ha lanzado un órdago en las últimas horas que va dirigido a blindarse internamente ya que su intención es seguir liderando el partido tras las elecciones pase lo que pase. El candidato de ERC ha dicho que está abierto a liderar la oposición si PSC y Junts llegan a un pacto postelectoral y ha rechazado formar parte de un Govern que no esté presidido por él mismo.
Con estas palabras, Aragonès también empieza a despejar incógnitas sobre qué pretende hacer tras la cita con las urnas del domingo ya que sus opciones de gobernar se van estrechando encuesta tras encuesta. Ahora mismo, ya ha descartado formar parte de un Govern de coalición y ese es un escenario que había empezado a ganar enteros: de hecho, una posibilidad que se manejaba era que Salvador Illa formara un Govern con consellers de los republicanos.
En todo caso, todas las hipótesis que dibuje ahora mismo Aragonès pueden quedar en saco roto porque van a estar condicionadas por los resultados del 12 de mayo. Y, de hecho, internamente, en medio del nerviosismo creciente, ya hay quien apunta a que si Aragonès pierde diez escaños o más, habrá que hacer un cambio de liderazgo para que el actual president de la Generalitat deje paso a otros candidatos. En este punto, Oriol Junqueras es previsiblemente el principal candidato a relevarle como cabeza de cartel. No cabe olvidar que los resultados del 12M pueden dejar una situación postelectoral endiablada y el escenario de repetición de elecciones está muy presente prácticamente en las sedes de todos los partidos.
La número dos de Aragonès, Laura Vilagrà, ha abonado el terreno del bloqueo postelectoral al asegurar que rechazan prácticamente cualquier opción de pactar postelectoralmente con el PSC.
En todo caso, Aragonès también está buscando que cale el miedo a un pacto entre Salvador Illa y Carles Puigdemont ya que la gran mayoría de los votantes de los socialistas (46%) y los posconvergentes (66%) consideran a sus partidos incompatibles para acuerdos postelectorales y tienen como preferencia a ERC. Es decir, el republicano trata de explotar su principal activo en esta campaña electoral: es la bisagra entre los dos principales aspirantes a gobernar tras el 12M, que son PSC y Junts. El candidato republicano lanza un grito desesperado en un momento en que las encuestas le dan en torno a 25 escaños, lo que supondría una bajada de casi una decena de diputados (ahora tiene 33).
Ahora mismo, todas las encuestas dan una victoria a Illa y un segundo puesto para Puigdemont. Sin embargo, cabe ver qué distancias separan a PSC y Junts y cuál es la composición de los bloques para dilucidar qué puede pasar a partir del 12 de mayo.
Mientras los nervios crecen en Esquerra, en el PSC siguen concitando apoyos: en las últimas horas, han aparecido los respaldos de dos exconsellers de gobiernos de Junts (Santi Vila y Miquel Sàmper), lo que permite a los socialistas ganar centralidad y atraer votantes del universo posconvergente. Pedro Sánchez aterriza este jueves para participar en un acto en Vilanova i la Geltrú junto a Illa y tiene previsto pasar las últimas 48 horas de campaña electoral en Cataluña, consciente de que acaricia el Govern de la Generalitat, que le puede dar mucho oxígeno a nivel nacional tras un inicio de legislatura atormentado por la amnistía y el «caso Koldo».
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