Pablo Iglesias acusa a la Policía Nacional de encabezar la manifestación contra la amnistía en Madrid

La protesta contra la amnistía del pasado 7 de noviembre en Ferraz, dejó imágenes que mostraban a los manifestantes marchando por diferentes calles de Madrid, como consecuencia del bloqueo por el fuerte dispositivo policial en las inmediaciones de la sede del PSOE. En torno a las ocho de la tarde, varios grupos emprendieron camino desde la calle Ferraz en dirección al Congreso de los Diputados. En la marcha, pasaron por Plaza de España y provocaron cortes de tráfico en la Gran Vía madrileña. Minutos después llegaron a Neptuno, donde de nuevo se les impidió el paso a la Carrera de San Jerónimo.

Entre cánticos constantes y advertencias de “no se toca a los agentes”, fueron custodiados en todo momento por la Policía Nacional al frente del pelotón, tal y como recogen las prácticas policiales en este tipo de sucesos. Precisamente ha sido esta imagen la que ha dado lugar a falsas informaciones, que aseguran que los antidisturbios aparecían “encabezando” en primera fila las protestas.

El primero en difundir esta idea fue el ex líder de Podemos, Pablo Iglesias. Utilizando uno de los vídeos de la marcha por la Gran Vía, acusaba a los agentes de “facilitar el ejercicio del derecho de reunión y manifestación sin necesidad de comunicación previa”. Además, malinterpretaba la imagen y aseguraba que, por su posición, la Policía estaba al frente de las movilizaciones. “Somos el paraíso de las libertades y la democracia. Grande, Marlaska“, concluía con ironía.

Ante esto, el sindicato de la Policía Nacional, JUPOL, ha explicado a LA RAZÓN que la actuación de los agentes se fundamenta en la intención de mantener el pelotón de manifestantes sin que se disperse para garantizar la seguridad de los viandantes, lo cual describen como “embolsamiento” con el fin de evitar cualquier tipo de incidente. En este tipo de práctica, que se enmarca dentro de las prácticas comunes en el control del orden público, los agentes llevan el casco levantado, tal y como se aprecia en las imágenes, en una muestra clara de que no tienen intención de intervenir.

Según detallan estas fuentes policiales, es una práctica rutinaria que se realiza, por ejemplo, los días que se celebran partidos de fútbol multitudinarios con presencia de aficionados ultras. Se trata, indican, de evitar que interaccionen con grupos de seguidores contrarios y que puedan agredirse, así como de mantener a estos grupos controlados para proteger también al conjunto de la ciudadanía y el orden público.

En sus redes sociales, respondían a Iglesias con tono irónico, después de aclarar que se trataba de una herramienta policial de lo más normal. “Pero qué te vamos a explicar a ti de operativa policial y control de orden público si ahora eres un “todólogo”, sabes y opinas de todo Pablo”, escribían.

El secretario general del sindicato mayoritario, Aaron Riviero, señala que las acciones de una persona que ha alardeado de su entusiasmo al presenciar manifestantes agrediendo a agentes de policía no sorprenden. Advierte que no se puede pretender impartir lecciones sobre cómo lidiar con una multitud hostil, aunque considera evidente el intento de Iglesias por distorsionar su labor y confundir a la sociedad, mientras concluye "necesita hacerse notar ante su falta de tirón mediático”.