Tribunales
Perelló cierra filas con el Supremo tras los ataques del Gobierno: "Sin jueces independientes no hay democracia"
Tras las duras acusaciones por la condena al fiscal general pide respeto al trabajo de los togados y apela a la defensa de la democracia "frente a los populismos"
La presidenta del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, ha salido en defensa de los jueces tras los ataques del Gobierno al Tribunal Supremo por la condena del exfiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Perelló ha reivindicado "respeto" a la carrera y ha dejado claro que "sin jueces independientes no hay Estado de Derecho ni democracia representativa".
La también presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha definido al Poder Judicial como uno de los "pilares esenciales del Estado de Derecho" y, sin hacer menciones concretas, ha reivindicado la "independencia y profesionalidad" de los togados. Se trata del primer pronunciamiento público tras las acusaciones vertidas por miembros del Ejecutivo contra los magistrados de la Sala Segunda del alto tribunal que han condenado a García Ortiz a dos años de inhabilitación por un delito de revelación de secretos.
"No es necesario recordar que la independencia es el primer atributo que la Constitución predica de quienes administramos justicia, que emana del pueblo, y que tal condición no es un privilegio que se nos reconoce, sino la necesaria para que, con sujeción a la ley y asumiendo nuestra responsabilidad, cumplamos la función que nos corresponde de tutelar los derechos e intereses legítimos de todos", ha asegurado Perelló durante su intervención en el acto de entrega de la VIII edición de los premios Confilegal.
"Defensa de las democracias frente a los populismos"
Perelló, que en otras ocasiones ha arremetido contra las "insistentes descalificaciones a la Justicia", ha defendido también que el trabajo de los juristas requiere "sosiego para valorar cada asunto y equidad para encontrar la solución que mejor se ajuste a la ley". "Las juezas y los jueces de este país somos mujeres y hombres comprometidos con la sociedad en la que vivimos, que ejercemos nuestra función con vocación, responsabilidad y sentido del deber", ha apostillado.
Del mismo modo, ha pedido confianza en la labor de los jueces, a quienes sitúa como un elemento "esencial" del Estado Social. "Sin jueces independientes no hay Estado de Derecho ni democracia representativa. Porque la democracia representativa es inescindible del imperio de la Constitución y de la ley, rasgos principales del Estado de Derecho. Nuestro sometimiento a una y a otra nos permite ser independientes", ha enfatizado.
"Precisamente hoy se publica en un periódico un articulo del profesor de Oxford, Timothy Garton sobre la defensa de las democracias frente a los populismos. Destaca para la defensa de la democracia liberal la necesidad vital de un poder judicial independiente y hace referencia a lo que sucede cuando se pierde cualquiera de los controles y equilibrios esenciales, cuando se pierde en definitiva el Estado de Derecho", ha advertido.
Crítica, sí, pero con respeto
Así, las cosas, ha reconocido que las decisiones judiciales pueden "y deben" ser objeto de crítica en tanto que contribuye a perfeccionar y fortalecer el sistema. Ahora bien, la "legítima discrepancia" debe realizarse "con respeto" a "la complicada labor de juzgar". "Es un buen momento para resaltar que nuestros tribunales afrontan sus responsabilidades -a menudo no en las mejores condiciones de trabajo-, pero sí con la plena disposición a ejercerlas con sosiego, independencia y serenidad", ha expuesto.
Finalmente, ha recordado las palabras pronunciadas hace apenas unos días por Miquel Roca, uno de los padres de la Constitución, en defensa de la Transición. En concreto ha dicho que evocó "el compromiso con la libertad y la democracia que, hace ahora 50 años, adquirió toda una generación para construir un futuro de convivencia para nuestro país". "Estoy convencida de que todos compartimos ese mensaje de serenidad, basado en tres pilares fundamentales: la defensa del ordenamiento constitucional, la fidelidad y lealtad a las instituciones y el respeto a la discrepancia, siempre desde comportamientos constructivos", ha sentenciado.