Reacción
Sumar ordena un cortafuegos para no dañar a Sánchez
Los morados advierten de que "no es un caso de manzanas podridas" sino un "caso de corrupción sistemática" y los de Díaz piden que se investigue "hasta el final" porque es "incompatible con el espíritu" de la coalición
Las revelaciones sobre el «caso Koldo» están siendo muy estudiadas en el entorno de los socios de gobierno del PSOE. Y pese a que ya han pasado cinco días desde que se conociera el informe de la UCO que también puede acabar salpicando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la actitud adoptada por los principales aliados del Gobierno es la de la prudencia y los equilibrios, a pesar de que la corrupción sea un asunto especialmente difícil de digerir y de amparar entre el electorado.
Sumar, partido minoritario en Moncloa con cinco ministerios, lejos de poner un pie en pared ante el posible caso de corrupción que puede cercar al PSOE, ha decidido proteger en público al presidente del Gobierno, mientras que Podemos, que ya no está en el Ejecutivo de coalición, sale en tromba contra los socialistas y exige explicaciones a Pedro Sánchez.
En Sumar se ha tejido un cierre de filas absoluto ante el presidente del Gobierno y, de momento, se cortocircuita cualquier implicación de Sánchez y se apunta tan solo al exministro José Luis Ábalos. Para el partido de Yolanda Díaz, el líder del Ejecutivo «ha dado todas las explicaciones que se le han requerido» ante el «caso Koldo» o ante la polémica visita de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, sobre la que el Gobierno ha dado diferentes versiones según iban conociéndose las informaciones oficiales desveladas por la UCO. El ministro de Cultura y portavoz de Sumar, preguntado por si el presidente del Gobierno debe ofrecer más claridad ante el cerco a su exministro José Luis Ábalos, repitió ayer hasta en tres ocasiones el mismo argumento, esto es, que ya había dado «explicaciones». Eso sí, concedió que «todas las prácticas irregulares se deben investigar hasta el final» y deben «depurarse responsabilidades». Reconoció que la corrupción es «incompatible con el espíritu del gobierno de coalición» y denunció que España «sigue sin tener los mecanismos institucionales necesarios para combatir la corrupción». El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, también limitó la crítica pero sí aseguró que Sumar estará «vigilante» de que se asuman las responsabilidades de «principio a fin». En privado, el apoyo al presidente del Gobierno ante las informaciones que cercan al PSOE es menos férreo, aunque, eso sí, aseguran que no van a contribuir a la «cacería» que, a su juicio, están explotando PP y Vox para desgastar a Sánchez. Entre los cargos más elevados de Sumar reina el comportamiento de mostrarse contundente contra la corrupción a la vez que se trata de no hacer «sangre» –explican– con una causa que atañe al partido mayoritario del Gobierno.
Si bien Podemos, que ya no está en el Gobierno de coalición, exhibe dureza ante este posible caso de corrupción y aprovecha un asunto que enfada mucho a la izquierda para ganar otra batalla más a Sumar. Los morados apuntan directamente al presidente del Gobierno, le piden más explicaciones e incluso ven «inverosímil» o «poco creíble» que la supuesta corrupción que se investiga fuera «ajena» a Sánchez.
El partido que dirige Ione Belarra salió en tromba ayer contra los socialistas y exhibió fortaleza ante la respuesta más tibia de Sumar. En rueda de prensa, el secretario de Organización morado, Pablo Fernández, avisó de que «no es un caso de manzanas podridas», sino una trama de «corrupción sistémica», y exigió explicaciones directas por parte del presidente del Gobierno, pues no creen que el «caso Koldo» pudiese sucederse sin su conocimiento. «Es poco creíble que se llevara a cabo sin que Sánchez y el resto del partido tuvieran conocimiento», advirtió. «Es inverosímil que fuera ajena a Pedro Sánchez», incidió el portavoz. «Por supuesto que Pedro Sánchez y el PSOE tienen que dar explicaciones, a pesar de que traten de encapsularlo como un caso que solo afecte a Ábalos», prosiguió el portavoz, quien destacó que las responsabilidades políticas del «caso Koldo» no pueden acabar en el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, si resulta imputado. «Si es cierto que Ábalos está vinculado a un caso de corrupción, deben depurarse responsabilidades más allá de Ábalos. Era el número tres del PSOE, íntimo colaborador de Sánchez, su mano derecha», puntualizó Fernández, para después avisar de que si «acaba descubriéndose», deben «depurarse responsabilidades al máximo nivel».
Para los morados, el PSOE intenta «quemar en la plaza pública» a Ábalos para salir del paso. «La corrupción en el PP no era algo ajeno a M. Rajoy [en alusión al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y el caso Bárcenas] y la supuesta corrupción en este caso en el Partido Socialista es inverosímil que fuera ajena a Pedro Sánchez», concluyó el portavoz.
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