Negociación
El PSOE decreta silencio sobre el mediador con Junts
En el Ejecutivo se acogen a la receta de la investidura: discreción para
que la negociación avance
No habrá una negociación bajo luz y taquígrafos ni filtraciones. El Ejecutivo se encuentra muy satisfecho por cómo sucedieron los trabajos para sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez y es el mismo patrón que seguirá a partir de ahora para seguir velando porque los acuerdos con Junts se cumplan y no descarrilen, lo que implicaría, de facto, que la legislatura se parara y se convocaran elecciones generales adelantadas.
Del acuerdo con Junts, el PSOE se comprometió a mantener una «primera reunión de negociación a celebrar este mes de noviembre» con un verificador internacional mediante para el desarrollo del acuerdo político alcanzado este mes. Sin embargo, ya en la última semana del mes prometido, en el PSOE comienzan a descartar que la cita tenga lugar de manera inminente y emplazan la cita con Junts, a partir del jueves, esto es ya diciembre. Lo más probable es que la cita se pueda oficializar fuera de España dado que Carles Puigdemont no puede pisar España y se apunta a Ginebra como espacio idóneo, según apuntan fuentes socialistas.
El secretismo es absoluto en Moncloa donde se delega en los partidos políticos protagonistas las explicaciones sobre el avance de las conversaciones. «Es una mesa distinta», aseguró la ministra portavoz, Pilar Alegría, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. La máxima en Moncloa es la de la discreción y es por ello que emplazan a esperar a que se produzcan los acuerdos para informar de los mismos. «Siempre que se ha llegado a un acuerdo se ha sido profundamente transparente y se ha explicado a la ciudadanía», contestan en el Ejecutivo. De esta manera, el Ejecutivo busca que sea el PSOE quien de cuenta del avance de los mismos, como un mecanismo de protección ante las posibles dificultades en la negociación con Junts. La figura del mediador generaba rechazo en las filas socialistas hasta momentos antes de comenzar las conversaciones con Junts. Hasta el propio presidente del Gobierno defendió la pasada semana desde Israel que «la verificación entre partidos políticos que partimos de posiciones tan alejadas puede ayudar».
Mientras, en el PSOE la operación es la misma, y se apela a la discreción y a la confianza en el equipo negociador socialista. La comisión delegada seguirá estando representada por el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien no tiene previsto desplazarse de manera inminente a Ginebra. En Junts de momento, aunque prefieren una reunión lo antes posible, no ponen objeciones a los tiempos del PSOE, que alegan cuestiones de agenda para no encontrarse con los independentistas.
Si bien en Moncloa miran al PSOE para que sea quien ocupe el papel principal de tejedor de acuerdos para sostener en el tiempo al Ejecutivo, no esconden en el Gobierno la dependencia que tienen de Junts en el Congreso de los Diputados. «Claro que este Gobierno es perfectamente consciente que cuando lleva una ley al Parlamento necesitamos concitar esas mayorías con distintas fuerzas parlamentarias», subrayó la portavoz del Gobierno. En el Gobierno se confía plenamente en la hoja de ruta marcada en la investidura, donde el pacto con Junts fue explicado una vez que había luz verde definitiva desde Bruselas y no antes. Sobre la amnistía, de hecho, no hubo explicación formal hasta el momento que el PSOE registró en solitario la proposición de ley en el Congreso de los Diputados. Fuentes gubernamentales aseguran que la discreción es «fundamental» y que la investidura fue un buen ejemplo de ello.
No solo se evita desvelar la fecha de la cita, sino el nombre del verificador internacional que no tiene porque ser una persona, sino que puede ser una organización. El nombre de la Fundación Henri Dunant es el que con más fuerza suena en las filas socialistas, aunque de momento evitan confirmación de manera oficial. Se trata del mediador que intervino entre el Gobierno y ETA para facilitar el fin de la organización criminal.
En esta primer reunión, ambos partidos dejaron por escrito que se hablará del referéndum de autodeterminación que reclaman los independentistas. Los socialistas, por su parte, apostarán por la vía del desarrollo del Estatuto de Autonomía catalán del año 2006 y rechazarán la vía del referéndum pactado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar