Mariano Rajoy

Rajoy: «No soy partidario de que se repitan elecciones en Cataluña»

Abre la puerta a comicios entre el 15 y el 20 de julio pero cree que generará «inestabilidad»

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hoy durante la rueda de prensa en Bruselas al término de la reunión del Consejo Europeo
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hoy durante la rueda de prensa en Bruselas al término de la reunión del Consejo Europeolarazon

Abre la puerta a comicios entre el 15 y el 20 de julio pero cree que generará «inestabilidad».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo volvió a repetir ayer: no es partidario de que vuelva a haber elecciones en Cataluña por lo que suponen de «inestabilidad». En esa comunidad autónoma y también a nivel nacional, porque el Ejecutivo reconoció también que el artículo 155 de la Constitución sigue siendo un obstáculo para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018, que el próximo martes serán ratificados por el Consejo de Ministros para su remisión al Congreso.

El titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, aclaró que se ha llegado al límite de los plazos para presentar esos Presupuestos y que ya no hay alternativa, aunque el PNV siga sosteniendo que no cede en su negativa a respaldarlos mientras esté en vigor el 155.

La evolución de los acontecimientos en Cataluña es interpretada en Moncloa como un signo de que crecen las opciones de repetición electoral y como la confirmación del derrumbamiento del soberanismo. En ello pesa mucho la posición tan rotunda de la CUP en el Pleno de investidura que se celebró el pasado jueves, y la impresión que existe en el Gobierno de que tampoco hay mucho margen para que cuaje ahora una alianza transversal en la que el independentismo altere sus prioridades y pueda sostenerse con apoyos del partido de Xavier Domenèch o del PSC. «El tono del jueves no iba por ahí», sentencian en el Gobierno. Con todas las prevenciones, no obstante, y dejando bien claro que su obligación es plantearse que todos los escenarios están abiertos y que tienen que tener estrategia para todas las hipótesis porque las próximas horas «serán decisivas». Sobre qué salida tiene más posibilidades no se atreven a arriesgar, y por eso insisten en que trabajan con todos los escenarios. «Están destrozados. La Justicia y el artículo 155 han laminado al independentismo», reflexionan.

Rajoy apuntó ayer en Bruselas en una rueda de prensa que una vez que el reloj ha empezado a correr, después de la votación del jueves en el Parlamento catalán, unos nuevos comicios podrían celebrarse entre el 15 y el 20 de julio. Rajoy mantiene su oferta de diálogo constructivo a la nueva Generalitat, dentro de la ley y dentro de la normalidad política y económica. Una disposición al diálogo que lleva realizando desde que se celebraron las elecciones en las que el bloque independentista volvió a conseguir la mayoría.

La obligación de dejar abiertas todas las opciones en Cataluña afecta a la estrategia nacional del Gobierno. Es evidente que el encarcelamiento de toda la cúpula independentista dificulta la salida política inmediata al bloqueo catalán, pero «por encima de los intereses políticos tiene que estar la Justicia», señalan en Moncloa. La fuga de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, dejó claro desde primera hora de la mañana que el magistrado instructor del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, no tenía alternativa a la de decretar la prisión para todo el núcleo duro del «procés». Precisamente sobre esta huida, Rajoy pidió respeto a las decisiones judiciales y dijo que si una persona es citada por la Justicia, debe aparecer.

Desde el Gobierno volvieron a insistir en reclamar a los partidos independentistas que apuesten por un candidato «limpio» que pueda ser elegido por el Parlamento catalán y que pueda devolver la normalidad institucional a la Generalitat. «Me gustaría que se eligiera a una persona que sea consciente que tiene que cumplir la ley y que luego seamos capaces de construir algo positivo entre todos», defendió Rajoy. En palabras del presidente del Gobierno sobre la actitud que mantienen los partidos independentistas da la sensación de que no quieren resolver el problema porque un día presentan «a un candidato que se ha ido a vivir a Bruselas» (en alusión a Puigdemont) y otro día a candidatos en situación compleja (en referencia a Jordi Sánchez y Turull).