País Vasco

Rajoy se moviliza para sumar al PNV al acuerdo de los Presupuestos

Moncloa admite que sin pacto se abrirían todos los frentes, pero son optimistas sobre los vascos

Mariano Rajoy ordena sus documentos antes de que comenzara una de las sesiones de Pleno en el Congreso
Mariano Rajoy ordena sus documentos antes de que comenzara una de las sesiones de Pleno en el Congresolarazon

Moncloa admite que sin pacto se abrirían todos los frentes, pero son optimistas sobre los vascos

Este lunes se celebra una reunión decisiva entre el PNV y el PP vasco dentro de la negociación presupuestaria abierta en esa comunidad autónoma. El acuerdo, según los populares, depende de la voluntad del Ejecutivo de Íñigo Urkullu. El PP pide «exclusividad», aparte del PSE que está en el Gobierno autonómico, y un giro hacia su modelo, pero admiten que «la disposición es buena». El mensaje oficial asegura que esta negociación es independiente de la que está abierta en Madrid para hablar de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017, y recalcan, por tanto, que no están hablando «nada de los Presupuestos de Madrid». Pero, inevitablemente, una y otra sí están conectadas. Las cuentas vascas se aprueban antes de Semana Santa, y los PGE pasarán en principio su primer trámite, el del Consejo de Ministros, a finales de marzo, para iniciar así su difícil andadura parlamentaria. En Vitoria, Bildu y Podemos están pidiendo una subida de impuestos para dar su apoyo, pero la decisión última en la elección de los socios está, en cualquier caso, en manos del Gobierno vasco. Las exigencias de la formación abertzale y del partido de Pablo Iglesias se lo pone difícil al Ejecutivo de Vitoria para inclinarse de este lado. Y los últimos mensajes desde las filas populares han avivado la idea de que hay margen para el acuerdo, pero hasta esta semana no se conocerá la decisión de Urkullu.

En paralelo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está movilizando todos «sus recursos» en la búsqueda de apoyos para los PGE. Un objetivo clave es el PNV, porque la negociación con Ciudadanos (Cs) y Coalición Canaria (CC) está «bastante encarrilada», a pesar de la tensión que han escenificado en los últimos días y a pesar del choque entre los dos partidos en Murcia, después de que el Tribunal Superior de Justicia abriese una investigación al presidente regional, el popular Pedro Antonio Sánchez, por el «caso Auditorio».

El jefe del Ejecutivo está participando en un «amplio» e «intenso» proceso de diálogo, en el que el Gobierno dice que no ha renunciado al PSOE, aunque fuera del argumentario oficial admitan «que implicar al PSOE en medio de su proceso de primarias es una tarea muy difícil, casi imposible». Hacienda lleva la dirección de los Presupuestos, pero esta negociación trasciende «ampliamente» el ámbito económico y esto hace que el peso esté también en otros «actores y factores políticos», puntualizan en Moncloa. Aunque haya informaciones que airean que la negociación está encarrilada, la realidad es que a estas alturas, prácticamente a dos semanas de que Montoro presente el proyecto, el Gobierno no tiene aún cerrados los apoyos necesarios para superar el trámite de las enmiendas a la totalidad, previo a que pueda empezar la negociación en la comisión parlamentaria. A la espera de que se despeje el escenario, Rajoy no se va a mover por ahora del discurso de que no quiere elecciones y no va a dejar de insistir, cada vez que se le pregunte, en que su intención es seguir trabajando por la estabilidad. Pero si no llegara a ser posible la aprobación de los Presupuestos de este año, la dirección popular admite oficiosamente que entonces se abrirían «todos los escenarios». Y ahí ya entra todo, aunque sigan tirando de unos Presupuestos prorrogados. De inmediato, de hecho, el Gobierno tendría que ponerse a trabajar en la elaboración de la cuentas de 2018 y tendría que hacerlo con el viento en contra, bajo el peso del fracaso en esta negociación. «Si no hay Presupuestos este año, pensar en que los pueda haber en 2018 es ciencia ficción», sentencian en el Ejecutivo. Todo está en el aire, pero los mensajes siguen cultivando cierto optimismo. Y, sobre todo, desvinculan el resultado del enfrentamiento con los de Albert Rivera por las medidas en materia de corrupción.

Ni comisiones de investigación ni otros pulsos con el partido de Rivera van a distraer en las próximas dos semanas la estrategia del Gobierno del objetivo de intentar apuntalar los respaldos necesarios para los PGE, y, evidentemente, lo que pase en los próximos días en lo que afecta a las cuentas vascas será todo un signo de lo que puede ocurrir con los Presupuestos de Madrid. Si hay acuerdo con el PP vasco, «todo será más fácil con los PGE». Aunque los populares vascos insisten, machaconamente, en que no quieren mezclar las negociaciones. «Los tiempos no coinciden y nosotros queremos sacar nuestra contrapartida aquí. Pero si acordamos en el País Vasco se facilitarán las cosas. La relación ha mejorado», indican.

Eso sí, si al final no hubiera pacto para sacar los PGE, la estrategia y el discurso del Gobierno cambiarán para ajustarse a ese nuevo contexto que describen de «abierto a todos los escenarios». Rajoy cuenta, además, con que la evolución de las encuestas marcará a partir del verano la estabilidad política, «eso, y el liderazgo socialista». «Con los Presupuestos empezará otra etapa del partido, sin duda, aunque todo el mundo quiera seguir ganando tiempo», concluyen fuentes gubernamentales. En este proceso de negociación el Ejecutivo está manejando otro argumento: el de que el reto independentista exige estabilidad, y la estabilidad exige, también, tener Presupuestos. De momento, sin embargo, la sensación que domina el espacio público está marcada por la presión del bloqueo político, pero no parece que afecte a los nervios de La Moncloa.

Las claves

Reunión decisiva

Hoy el PNV y el PP vasco se verán

para decidir sobre la negociación presupuestaria abierta en la comunidad autónoma.

Sin apoyos cerrados

A dos semanas de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presente los presupuestos, el Gobierno aún no cuenta con el respaldo político. suficiente.

Cuentas de 2018

El Ejecutivo tendría que trabajar de inmediato en los presupuestos del año que viene, lo que para el PP es «ciencia ficción» por no tener los de este curso.