Congreso

Sánchez busca una foto con Feijóo para "blanquear" sus pactos con los separatistas

El líder del PP aceptará la reunión que propone el presidente del Gobierno, pero da por inviable alcanzar acuerdos porque el Ejecutivo está en manos del independentismo

Economía.-(AM)Sánchez quiere reunirse con Feijóo antes de fin de año para renovar CGPJ y abordar financiación autonómica
Economía.-(AM)Sánchez quiere reunirse con Feijóo antes de fin de año para renovar CGPJ y abordar financiación autonómicaEuropa Press

El Gobierno tiene ante sí una legislatura todavía más compleja que la anterior porque está atado de pies y manos a todos los partidos nacionalistas e independentistas del Congreso. Sin el plácet de ERC, Junts, Bildu y PNV, no tiene prácticamente margen para hacer nada. La legislatura ha arrancado con la cesión de la amnistía, con mucho coste para el PSOE por el rechazo político y social que ha tenido, pero Pedro Sánchez parece dispuesto de inmediato a «blanquear» y hacer olvidar esa cesión. ¿Cómo? Descolgando el teléfono y llamando a Alberto Núñez Feijóo para convocarle a una reunión y tratar de poner encima de la mesa tres pactos de Estado.

Los populares interpretan la llamada de Sánchez como «una maniobra de blanqueamiento» frente a su vergonzante negociación con Puigdemont, y, además, como un movimiento a la desesperada para justificarse ante Bruselas, donde preocupa seriamente la situación del Poder Judicial y de la Fiscalía.

En una charla informal este miércoles con periodistas en el Congreso durante la celebración del 45 aniversario de la Constitución, Sánchez ha asegurado que tiene previsto mantener una reunión con Feijóo antes de que concluya este año. Ese encuentro tendrá, según especifica, tres puntos a abordar: la reforma del artículo 49 de la Constitución para suprimir el término «disminuido», la remodelación de la financiación autonómica y la renovación del Consejo General del Poder Judicial (órgano de gobierno de los jueces).

Feijóo tiene intención de aceptar la reunión y acudir a esa cita: de lo contrario, el PSOE podría señala al líder popular como culpable de la falta de diálogo entre los dos grandes partidos. Si bien, fuentes del entorno de Feijóo dan por hecho que será inviable el entendimiento porque creen que cualquier pacto sobre el modelo de financiación autonómica deberá recibir el plácet de Junts, que es quien marca el paso al Gobierno porque es determinante para la gobernabilidad. Y el modelo que pretende Junts está alejado de las aspiraciones del PP (los posconvergentes plantean asumir el 100% de la gestión de los tributos que se pagan en Cataluña).

Tampoco será viable un pacto sobre el CGPJ: no puede haber acuerdo PSOE-PP en tanto Sánchez no acepte un pacto conjunto que incluya la reforma para que los jueces elijan a los jueces como ya estuvieron a punto de consensuar a finales del año pasado hasta que la reforma del delito de sedición voló por los aires esta negociación. Sobre el artículo 49 de la Constitución ya hubo avances durante la pasada legislatura y parece que el camino está allanado, aunque el Gobierno quiere unanimidad en el Congreso.

De esta manera, este mes de diciembre parece que va a estar marcado por los intentos de Sánchez de explorar la vía de los pactos de Estado para «tapar» la tramitación de la amnistía en el Congreso, aunque realmente el margen para los acuerdos entre PSOE y PP es mínimo porque los puentes están prácticamente rotos. Tras el «no» de los populares, Sánchez tendrá capacidad para construir un relato que justifique echarse en brazos del independentismo ante una legislatura que se prevé muy difícil por la aritmética parlamentaria.

En medio del secretismo que hasta ahora se han llevado los pactos del PSOE para la investidura y que seguirá urdiéndose para mantener los pactos con Junts, el PSOE busca ahora un cambio de imagen para soltarse del brazo independentista justo con los temas más cruciales que llevan bloqueados años.

De cara a esa reunión con Feijóo para abordar esas tres carpetas, Sánchez avisa de que «no puede haber condiciones». Promete intentar «llegar a acuerdos» con el PP en estos asuntos y limita al máximo la oposición de PP y Vox sobre su gobierno y sus acuerdos con los socios. «PP y Vox están tratando de crear un ambiente político y social de un dramatismo que no existe en la calle», asegura, contraponiendo el crecimiento económico o la creación de empleo. El presidente llama a los populares a «asumir la realidad del resultado electoral y las mayorías parlamentarias» y se pregunta por la alternativa que ofrecen los populares, que a su juicio sería otros cuatro años más de bloqueo si en las próximas generales gana el PSOE. Así, en el Ejecutivo ven que la posición de los populares es «irresponsable» y «absurda».

Una renovación a la que los populares accedieron esta semana tras la llamada urgente del comisario de Justicia europeo a los partidos para renovar el CGPJ. La apuesta de Feijóo es la de renovar el Consejo a la vez que se impulsa una ley en el Congreso para la reforma del método de renovación del CGPJ. Algo a lo que en Moncloa cierran la puerta de facto. «Lo más importante es obligar a negociar sin condiciones», aseguró Sánchez, quien, ha reconocido que habrá que explorar otras opciones si no se llega a un acuerdo con Feijóo. Descarta, sin embargo, la posibilidad de alterar las mayorías parlamentarias para lograr la renovación. Por ejemplo, Sánchez no descarta la idea que ya esbozó el presidente del CGPJ de quitar algunas competencias al órgano caduco, las cuales asumiría el Ministerio de Justicia. Esta sería la idea que planea en el Ejecutivo y por la que también apuestan en Sumar. Para Sánchez no es aceptable que los populares «intenten imponer su posición cuando no tienen mayoría».

Unos pactos a los que quiere llegar Sánchez cuando todavía no cala la ley de amnistía que el PSOE no prevé cambiar en el trámite parlamentario, aunque si aceptará enmiendas técnicas. «La ley entra como sale», especifican. El presidente, eso sí, reconoce que la norma genera dudas.