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Sánchez confirma a la OTAN que no alcanzará el 2% del PIB en Defensa

Rompe el compromiso de España con los aliados, que supondría 3.014 millones más al año hasta 2024

Stoltenberg y Sánchez hoy durante su reunión en La Moncloa.
Stoltenberg y Sánchez hoy durante su reunión en La Moncloa.larazon

Rompe el compromiso de España con los aliados, que supondría 3.014 millones más al año hasta 2024.

El «reparto equitativo de las cargas» será uno de los temas clave de la Cumbre de la OTAN que tendrá lugar la próxima semana en Bruselas. Por ese motivo, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, se reunió ayer con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para tratar éste y otros asuntos que afectan a la seguridad colectiva. Una reunión que llega tras conocerse que el presidente de EE UU, Donald Trump, remitió la pasada semana una carta a varios presidentes aliados (entre ellos a Sánchez) en la que les recriminaba que no aumentaran su gasto en Defensa. Y es que, en 2014 los aliados acordaron que en una década destinarían en 2% del PIB a gasto de Defensa. Pero en la actualidad, sólo cinco lo cumplen, entre ellos EE UU, que con su 3,57% se queja de que invierte mucho más que el resto. En ese «resto» está España, el tercer país que menos destina a Defensa (0,92%), superando únicamente a Bélgica y Luxemburgo.

Y en esa línea llegó Stoltenberg a La Moncloa, avisando a Sánchez durante el saludo de que el asunto del reparto justo de cargas está a un nivel «muy alto de la agenda de la OTAN». Sin embargo, el jefe del Ejecutivo le respondió apuntando que «la contribución de un país a la seguridad global no puede medirse únicamente con un porcentaje de gasto, sino que también consiste en la disponibilidad de capacidades militares y la voluntad de utilizarlas en favor de la paz y seguridad internacionales». De esta forma insistía en que hay que valorar también las aportaciones cualitativas, como los 1.161 militares que participan en la actualidad en misiones OTAN o la puesta a disposición de los aliados de capacidades y medios. Fue la primera toma de contacto ante las cámaras, aunque Stoltenberg ya avisó de que «discutiremos de todo esto en cuanto se vayan los micrófonos».

Ya en privado, Sánchez insistió en esa idea de que no se miren sólo las cifras, al igual que hiciera su predecesora María Dolores de Cospedal, que como último objetivo de su Gobierno se fijó la meta de alcanzar los 18.500 millones de gasto en Defensa en 2024, cerca del 1,4% del PIB. El presidente le trasladó al secretario general de la OTAN que, a día de hoy, ese objetivo es «inviable», pero que su Ejecutivo hará todo lo posible para ir aumentando el gasto poco a poco.

Y es que, cumplir ese reto de llegar a 18.500 millones en 2024 supondría incrementar en 1.541 millones cada año los presupuestos de Defensa. O lo que es lo mismo, duplicar los 9.255 millones actuales en seis años. Mientras que alcanzar ese 2% comprometido inicialmente con la OTAN para la misma fecha implicaría 3.015 millones extra cada ejercicio hasta llegar en 2024 a 27.342 millones. Lo que sí cumple España es la meta de destinar el 20% del gasto de Defensa a equipamiento.

La reacción inmediata a la misiva de Trump corrió a cargo del titular de Exteriores, José Borrel, desde la Universidad Internacional Menendez Pelayo de Santander. El catalán no se salió del guión con el que nuestro país suele contestar a las periódicas quejas de Washington sobre nuestros presupuestos de Defensa. Admitió que «gastamos menos del 2%, pero lo gastamos de una forma muy activa». «Somos el único país de la Unión Europea que ha participado en todas las misiones militares de la UE. O sea, que gastamos menos de lo que dice la OTAN, pero lo utilizamos muy bien», explicó.

Con la misiva enviada a Madrid (y a otras 7 capitales europeas, Trump abre un nueve frente de distensión con sus principales socios. Tras su retirada del pacto nuclear con Irán y la imposición de aranceles a las importaciones de aluminio y acero de la UE, retoma su vieja reivindicación.