Entrevista con Alsina

Sánchez hace una enmienda a su mandato ante Alsina: reniega de Bildu y de Montero

Ante la insistencia de Carlos Alsina sobre sus "mentiras" e "incumplimientos", el jefe del Ejecutivo se ha limitado a decir que "ha cambiado de opinión"

"Se va a desatar una campaña aún más feroz de insultos y descalificaciones". De este modo vaticinaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuál sería el papel que los medios no afines al Ejecutivo iban a desempeñar de cara a las elecciones generales del próximo 23 de julio. Hay que recordar que, durante esta legislatura, son reiteradas las ocasiones en las que el líder del PSOE ha rechazado intervenir o conceder entrevistas a los que él considera "la derecha mediática". Sin embargo, en un plan desesperado por ampliar su propia audiencia, Sánchez (más bien su equipo de comunicación) ha apostado por salir de su zona de confort y lanzar una ofensiva mediática en todos los formatos.

A sabiendas de la expectación que eso provoca, el jefe del Ejecutivo ha acudido este lunes al programa "Más de Uno", de Onda Cero, para medir sus fuerzas con Carlos Alsina. Un formato que genera un profundo respeto en La Moncloa, pero donde son conscientes de que en esta campaña, en la que salen a remontar, deben asumir riesgos. El objetivo del presidente es ensanchar el mensaje y llegar más allá de los límites de los mítines y los medios afines, donde se dirige a un público ya convencido. Por ello, consciente del terreno que pisaba, Sánchez ha modulado su discurso al oyente y al interlocutor. El presidente ha hecho ante Alsina una enmienda a su mandato, renegando de EH Bildu como socio prioritario y asumiendo los errores cometidos por Irene Montero, pese a que, en la práctica, ni soltara la mano de los abertzales ni cesara a la ministra de Igualdad por los efectos de la polémica reforma del "solo sí es sí". "No hay un pacto de Gobierno con EH Bildu. No hemos gobernado con EH Bildu, solo pactos puntuales en leyes concretas", ha asegurado. Intentando después llevar la entrevista a un marco más favorable asegurando que "más peligroso que Vox es un PP que asume las políticas de Vox".

Afable y con buen tono, así ha llegado Sánchez. Un tono que se tornaba incómodo a los 15 segundos de entrevista. La primera pregunta de Carlos Alsina, directa. "¿Cuando usted se mira en el espejo qué ve?", la respuesta, lejos de ser concreta se convertía en un alegato del jefe del Ejecutivo sobre sus logros. Ante la insistencia del periodista, Sánchez ha eludido la autocrítica y ha sacado pecho, al afirmar que "la hoja de servicios de este Gobierno se le puede poner un notable". En este punto, el periodista Carlos Alsina también ha insistido y ha cuestionado la fiabilidad del Ejecutivo, ante lo que Sánchez se ha defendido: "He tratado siempre de cumplir con nuestra palabra".

Entre esos incumplimientos se encontraría aquella promesa de "jamás gobernaremos con EH Bildu". Un hecho que, a juicio del jefe del Ejecutivo, ha cumplido pese a las apariencias. En concreto, Sánchez ha matizado que no han gobernado con Bildu, como tal, pero sí han llegado a acuerdos puntuales para la aprobación de leyes. Por ejemplo: "Nosotros hemos aprobado una reforma de las pensiones con muchos partidos políticos, entre ellos Bildu, pero también el PNV, ERC y Podemos". De este modo, ha renegado de uno de sus principales socios de gobierno, de quien ahora apunta les separa una distancia "abismal".

Alsina, a Sánchez: "¿Por qué ha mentido tanto?"

Y si la primera pregunta era directa, la siguiente dejaba descolocado a Sánchez: "¿Por qué ha mentido tanto?". Su respuesta, tras titubear un rato y escuchar la lista de "mentiras" e "incumplimientos" elaborada por Alsina, se resumía en un simple "he cambiado de opinión". En concreto, el secretario general de los socialistas, ha manifestado: "He tenido cambios en algunas cuestiones políticas, los he tenido -admite-, pero he tenido que tomar decisiones muy arriesgadas, muy difíciles y complejas, pero creo que la política está para resolver problemas y no dar rienda suelta a nuestras venganzas. Cataluña ya no es un problema para los españoles. Creo que la situación en Cataluña hoy no es la misma que en 2019. El independentismo no está en los niveles de hace cinco años". Así ha defendido Sánchez haber "cambiado de opinión" sobre el indulto a los condenados del "procés" o la situación del Sáhara, entre otros.

Una situación, la catalana, que a su juicio ha cambiado y está "infinitamente mejor". Tanto es así, ha señalado, que "la primera fuerza política en Cataluña es el PSOE". En este sentido, lejos de agradecer el apoyo del PP para que el PSC lograse el Ayuntamiento de Barcelona, ha cargado contra el principal líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo: "Parece que Feijóo es un hombre de Estado, un estadista y lo único que ha hecho es evitar que el poder lo ostente un independentista".

Sánchez, en su crítica feroz a los medios no afines, ha denunciado ante Alsina la campaña de "ataques, insultos y descalificaciones" por parte de la derecha, no solo la política sino también la mediática. Asimismo, ha hecho referencia a la "desproporción" de medios conservadores, que nada tiene que ver con la realidad sociológica de nuestro país y ha vuelto a lanzar su invitación de un "cara a cara" a Núñez Feijóo, cuanto antes, mejor.

Irene Montero no asumió el error

Acusa a Alsina de realizar una lectura "interesada" al hablar de las "descalificaciones" que el jefe del Ejecutivo hizo sobre aquellos españoles que voten a PP y Vox. "Cuando se dice que Sánchez o España, lo que se está diciendo es que aquellos que no votamos a PP o Vox no somos España", ha manifestado el presidente del Gobierno. Y en este punto, ha querido incidir en que todas sus reformas necesitan "cuatro años más" para consolidarse.

Sobre la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado que intentó convencerla de que se había cometido "un error". Sánchez asume en primera persona ese error y recuerda que rectificó. Una responsabilidad que asume a medias, ya que insiste en que "Intenté persuadir a la ministra de Igualdad del error" y, finalmente, el PSOE tuvo que plantear una reforma del Código Penal para arreglarlo. Reforma que contó, incide Alsina, con el apoyo del PP y sin el voto del presidente del Gobierno que decidió viajar a Doñana en lugar de acudir al Congreso.

Sánchez ha ido más allá, reconociendo públicamente las discrepancias con la ministra de Igualdad y su feminismo excluyente, porque, en su opinión, "hay una impresión, sobre todo de hombres de 40-50 años, que han visto discursos incómodos hacia ellos. Hemos retrocedido en discursos planteados más como confrontación que como integración", ha señalado el presidente, que dice ser "objetivo" porque "tiene amigos que se han sentido así". "¿Son públicas las discrepancias que he tenido con la ministra de Igualdad? Sí lo son. ¿Creo que ha habido avances en materia de igualdad y de género en esta legislatura? También le digo rotundamente sí", sostiene Sánchez al respecto de las políticas feministas del Gobierno.

Los peligros de Vox

Los resultados electorales del pasado 28 de mayo también han tenido hueco en una entrevista en la que Sánchez no ha aclarado muchas de las dudas planteadas. "El PSOE ha perdido poder institucional porque el PP ha decidido pactar con la ultraderecha, no porque el PSOE haya perdido las elecciones", ha sentenciado. El jefe del Ejecutivo ha eludido hablar sobre si apoyará una investidura de Núñez Feijóo en el caso de que sea el más votado en las elecciones generales, y se ha limitado a declarar que "sale a ganar las elecciones".

"Más peligroso que Vox es un PP que asume las políticas de Vox", ha aseverado el presidente del Gobierno. A su juicio, no hay más que dos opciones, o Sánchez o Feijóo, y critica que el líder del PP pida que se apoye la lista más votada cuando Núñez Feijóo no lo ha hecho en Castilla-La Mancha, por ejemplo.

Llegados al final de la entrevista, Alsina ha formulado la gran pregunta: ¿Cómo será recordado? Sánchez pide que la ciudadanía vea cómo han sido sus años de Gobierno, asegura que han gobernado "dando la cara" y "no ignorando los ciudadanías" y ha instado a los ciudadanos a votar, pese a ser un día "raro". Día que él mismo ha elegido, como bien le ha recordado su interlocutor. ¿El motivo? España se enfrenta a grandes desafíos y no se podía esperar hasta diciembre.