Lucha contra ETA

Sortu se juega la ilegalización

El Gobierno considera que los proetarras estarían traspasando las «líneas rojas» si acuden al acto del sábado con los etarras excarcelados tras la derogación de la «doctrina Parot»

Los dirigentes de Sortu Rufi Etxeberria y Fernando Barrena en una conferencia del pasado día 29 de diciembre
Los dirigentes de Sortu Rufi Etxeberria y Fernando Barrena en una conferencia del pasado día 29 de diciembrelarazon

«No están, ni se les espera». Sortu, una de las marcas legalizadas de la llamada «izquierda aberztale», no quiere saber nada del acto que, un número indeterminado de presos etarras, excarcelados como consecuencia de la derogación de la «Doctrina Parot» por el Tribunal de Estrasburgo, han convocado para mañana, en una cafetería de Durango (Vizcaya). Entre otras cosas, van a mostrar su apoyo a la manifestación que el próximo 11 tendrá lugar, como es tradicional todos los meses de enero, a favor de los presos de la organización criminal.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, la convocatoria, detrás de la que podrían estar algunas de los cabecillas más representativos de la banda que han obtenido la libertad, entre ellos Juan Lasa Michelena, «Txikierdi», ha vuelto a pillar a la «izquierda abertzale» legalizada (Bildu, Amaiur y Sortu) con el paso cambiado. Otra cosa es lo que estén obligados a decir en público.

Los dirigentes de estas formaciones saben que las advertencias que el Ministerio del Interior les han realizado en los últimos meses, en el sentido de que la maquinaria de la ilegalización se ha puesto en marcha, no son brindis al sol, sino que responden a una decisión firme del Gobierno.

Es cierto que el acto ha sido convocado en un local cerrado, colmo es una cafetería, y que, de acuerdo con la legislación vigente, poco o nada pueden hacer la Justicia y las Fuerzas de Seguridad para impedir su celebración. Sin embargo, los dirigentes de Sortu, como cabeza visible de la izquierda abertzale, temen que una «salida de pata de banco» de alguno de los asistentes, que han estado muchos años en la cárcel, con el consiguiente grado de exasperación, pueda trascender al exterior y se convierta en un problema añadido; un motivo más para que la Fiscalía, la Abogacía del Estado, y la Justicia en una palabra, comiencen a estudiar la ilegalización de las citadas formaciones.

No sería la primera vez que, a los pocos días de celebrarse un acto de este tipo, alguien cuelga en alguna de las redes sociales un video con el contenido del acto. Es la famosa teoría del escorpión aplicada a ETA; es aquella que explica que al final el animal clava el aguijón, hasta a los que le ayudan o aunque no sea conveniente. Su naturaleza maligna es picar con el veneno al que pille.

Las fuentes consultadas advierten de la dicotomía que se produce de hecho entre los que han penado durante largos años por unas actividades criminales que consideran absolutamente legítimas, independientemente del número de muertos, otras víctimas y destrucción que hayan causado; y los proetarras de nueva hornada, legalizados gracias al «proceso» que socialistas y nacionalistas llevaron a cabo con ETA a partir de 2009 hasta 2011 (las actas todavía no se conocen, pero, como siempre ocurre con la banda, se terminarán publicando, esperemos que antes de las próximas elecciones) y que ahora están instalados plácidamente en sus escaños, en definitiva en la moqueta.

La izquierda abertzale, después del «raca raca» de los presos, sus derechos, entre ellos el de que no se puede prescindir de ellos, algunos con largas condenas a sus espaldas, se encuentra con la preocupante realidad de que les sobran. «Si les pudieran mandar a una isla caribeña de vacaciones permanentes, seguro que lo harían, pero no se atreven. Al final, se topa con el problema de una ETA que no se ha disuelto, no ha entregado las armas y que constituye, guste o no, una amenaza potencial.

El acto de Durango se iniciará a media mañana en el café teatro Antzokia e incluirá una comida, a la que no han sido convocados los medios de comunicación. Después, cuando les interesa, celebraran y una rueda de prensa para informar de lo que han tratado y mostrar su apoya a la manifestación de Bilbao.

De lo que se trate en la reunión de Durango se intuyen muchas cosas, ya que un documento que circula entre los presos etarras, fija como objetivo convertir a los presos de la «Parot» en «ariete» contra el Gobierno para que modifique su política penitenciaria.