Negociación

Yolanda Díaz traslada la presión al PSOE con el acuerdo de Gobierno: pide que el impuesto a la banca sea permanente

La vicepresidenta aumenta la presión sobre el PSOE en medio de la negociación con los independentistas

Las negociaciones para firmar un acuerdo programático entre el PSOE y Sumar continúan, pero todavía no hay un pacto cerrado. Uno de los aspectos que encalla ahora entre los negociadores de Pedro Sánchez y de Yolanda Díaz es el impuesto a las entidades bancarias. El socio minoritario del gobierno de coalición busca que no se quede en una medida extraordinaria sino que se quede en la próxima legislatura.

La vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, ha desvelado que es una de las fricciones en las negociaciones que se encuentran ya en fase de descuento. Quedan diez días para que se cumpla el plazo entre ambas partes para rubricar un acuerdo. La propuesta de fiscalidad de Sumar va en la línea de blindar el tributo en el pacto de investidura. "De esta crisis hay que responder a cómo salimos. Hay unas entidades financieras con beneficios récord", ha denunciado la líder de Sumar en rueda de prensa tras una conferencia de alto nivel celebrada en Barcelona con motivo de la presidencia española de la Unión Europea.

"Espero que un gobierno de coalición progresista diga que los que más tienen son los que más aportan a las arcas públicas", ha pedido la vicepresidenta segunda. Una negociación en la que todavía "no hay acuerdo"; según ha denunciado, aunque ha confiado en que en los próximos días pueda anunciarse un pacto de coalición. A día de hoy, no hemos encontrado todavía acuerdo con el PSOE, pero seguiremos insistiendo en que el impuesto a la banca y a las energéticas permanezcan en nuestro país", declaró Díaz.

Esta tasa sobre los beneficios extraordinarios de la banca se encuentra vigente durante este año y el siguiente, pero no es suficiente para los de Díaz, que quieren convertirla en permanente. "En España tenemos un elevado riesgo de concentración bancaria, y las propias entidades reconocen hoy que, de no existir el impuesto a la banca, sus beneficios aún serían mayores".