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Aprende a disfrutar de la verdura según sus colores

La integración de las frutas y verduras en la dieta diaria podría ayudar a prevenir importantes enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres.

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Se calcula que la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa en todo el mundo aproximadamente un 19% de los cánceres gastrointestinales, un 31% de las cardiopatías isquémicas y un 11% de los accidentes vasculares cerebrales

Las frutas y las verduras son componentes esenciales de una dieta saludable, y un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos cánceres. En general, se calcula que cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras. Un informe de la OMS y la FAO publicado recientemente recomienda como objetivo poblacional la ingesta de un mínimo de 400 g diarios de frutas y verduras (excluidas las patatas y otros tubérculos feculentos) para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad, así como para prevenir y mitigar varias carencias de micronutrientes, sobre todo en los países menos desarrollados.

La integración de las frutas y verduras en la dieta diaria podría ayudar a prevenir importantes enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres. El consumo de frutas y verduras variadas garantiza un consumo suficiente de la mayoría de los micronutrientes, de fibra dietética y de una serie de sustancias no nutrientes esenciales. Además, el aumento del consumo de frutas y verduras puede ayudar a desplazar los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sal.

Se calcula que la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa en todo el mundo aproximadamente un 19% de los cánceres gastrointestinales, un 31% de las cardiopatías isquémicas y un 11% de los accidentes vasculares cerebrales. Aproximadamente un 85% de la carga mundial de morbilidad atribuible al escaso consumo de frutas y verduras se debió a las enfermedades cardiovasculares, y un 15% al cáncer. El consumo actual estimado de frutas y verduras es muy variable en todo el mundo, oscilando entre 100 g/día en los países menos desarrollados y aproximadamente 450 g/día en Europa Occidental.

Los expertos en nutrición de SHA Wellness Clinic, la famosa clínica experta en alimentación macrobiótica, recomiendan con respecto a las verduras no ceñirse a un único alimento según sus propiedades; sino una nutrición energética y equilibrada, con alimentos saudables de colores variados para disfrutar de un estado de equilibrio pleno; siempre teniendo en cuenta la época del año en que se consumen. Los colores de las verduras vienen determinados por los fitoquímicos que poseen, que además de producir preciosos y variados colores ofrecen también acciones antiinflamatoira, antioxidante, cardioprotectora, refuerza el sistema inmunitario y ayudan a combatir el cáncer. Según su color ejercen una acción u otra con mayor intensidad.

Los verdes deben su color a la clorofila. Verdaderamente estas son las verduras que, por sus propiedades, pueden ser consideradas como superalimentos. Ejercen una acción preventiva frente al cáncer, mejoran el funcionamiento cardíaco, puesto que sus antioxidantes eliminan los radicales libres. Son ricas en hierro, por lo que previenen la aparición de la anemia. Su contenido en calcio y minerales es elevado, siendo adecuados en casos de osteoporosis, crecimiento, embarazo, ejercicio físico (magnesio y potasio).. Esos minerales también resultan muy beneficiosos en casos de estrés. Así pues, deberíamos introducir vegetales verdes en tantas comidas al día como sea posible. Existe una variedad es muy amplia, sin olvidar que las hojas de todas las verduras y hortalizas también son comestibles. Por ejemplo; en el caso del brócoli, por ejemplo, no sólo deberíamos comer la flor, sino sus hojas, ya que tienen muchas propiedades interesantes.

Los rojos deben el color a un fitoquímico denominado licopeno, que actúa como protector frente al cáncer de próstata, reduce el colesterol y también la aterosclerosis. Podemos incorporarlo a la dieta con pimientos, sandía, zanahoria roja. En el caso del tomate, podremos consumirlo sólo en forma de conservas y haciendo salsas bien cocinadas.

Otro de los fitoquímicos que encontramos en los vegetales rojos, son las antocianinas; que aportan el color a los arándanos azules, moras y frambuesas. Una de sus acciones principales es promover la producción de linfocitos, con lo que mejoran el sistema inmunitario, además de poseer cualidades antiinflamatorias, antitumorales, y actúan como coadyuvantes en el tratamiento de pacientes diabéticos

Las frutas y verduras de color amarillo deben sus tonos al caroteno. Y las frutas y verduras naranjas son causa de la neurosporaxantina; ambos carotenoides con propiedades antioxidantes.

¿Qué alimentos son imprescindibles para reforzar nuestro sistema inmunitario de cara al otoño?

Desde SHA Wellness Clinic, aconsejan siempre “alimentos locales y de estación para ayudar a promover la agricultura y el comercio local, además de reducir el impacto que el transporte de productos de otras zonas o países causa al medio ambiente. Al consumir productos locales, sabemos que nuestros alimentos son frescos y que nos van a aportar la energía más adecuada para nosotros. La naturaleza se encarga de proveernos sabiamente de lo que necesitamos en el momento adecuado”.

En otoño, la naturaleza entra en una fase muy clara de concentración, recogimiento y enfriamiento. En esta época del año necesitamos remineralizar, reforzar el sistema inmunitario, reponiendo las reservas de grasas y minerales que hemos perdido en los meses de verano. Debemos consumir verduras en general, pero preparadas con cocciones ligeras y sencillas. Este tipo de platos irán aportando nutrientes, minerales y calentando y contrayendo suavemente nuestro organismo.