Familia

Estas son las cosas que jamás deberás hacer si viajas a Japón

Los japoneses tienen una cultura muy diferente a la nuestra que es importante observar al llegar al país nipón.

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Aunque pueda parecer lo contrario, Japón es un país con pocos tabúes. No obstante, hay unas reglas de protocolo o simples normas de educación que hay que tener en cuenta a la hora de viajar a Japón.

Aunque pueda parecer lo contrario, Japón es un país con pocos tabúes. No obstante, hay unas reglas de protocolo o simples normas de educación que hay que tener en cuenta a la hora de viajar a Japón. Asimismo, las diferencias culturales también implican diferentes costumbres en algunos casos. He aquí algunas de las situaciones que se deben tener en cuenta que nos explican desde Turismo de Japón.

Saludos

En Japón se dice que “todo comienza con una reverencia y termina con una reverencia”. Esto lo podemos comprobar en cualquier torneo de artes marciales japonesas: tanto en el judo, el kárate o el aikido, los deportistas inician el combate saludando primero al oponente con una reverencia y terminan de la misma manera. En Japón es costumbre realizar siempre una pequeña reverencia tanto para saludar a la otra persona al principio como para despedirse. Del mismo modo, cuando alguien nos entrega algo (podemos imaginarnos por ejemplo en la recepción de un hotel cuando el recepcionista nos entrega las llaves de la habitación), siempre lo recogeremos con las dos manos y realizando una ligera inclinación con la cabeza como señal de agradecimiento.

Hoy día, muchos japoneses trabajan y tienen trato de manera habitual con ciudadanos y turistas extranjeros por lo que también están acostumbrados a dar la mano al saludarse y al despedirse. Sin embargo, la reverencia es algo imprescindible en las normas de cortesía de Japón. A lo que no están tan acostumbrados en Japón es el contacto físico entre personas a la hora del saludo: no existe la costumbre dar dos besos y ni dar efusivos abrazos o palmadas en la espalda. Jamás hagas eso con un japonés.

Si el viaje a Japón es por motivos comerciales o por trabajo, no olvides llevar un buen taco de tarjetas de presentación en donde figure claramente tu nombre y apellidos, empresa y el cargo que ostentas en ella, además de todos los datos de contacto. El intercambio de tarjetas en Japón es una costumbre indispensable al inicio de cualquier relación o simplemente como forma para iniciar una conversación o un saludo. Este ritual es tan importante como darse la mano por lo que las tarjetas de visita o de empresa son imprescindibles en Japón, incluso de vacaciones porque hay restaurantes o tiendas importantes en donde muchas veces el responsable se acerca a saludar y a recibir al cliente con una tarjeta. En ese caso, hay que recoger siempre dicha tarjeta con las dos manos y entregar la propia del mismo modo diciendo su nombre y la empresa para la que trabaja. Está mal visto guardarse la tarjeta en el bolsillo tan pronto como nos hacen entrega de la misma. Siempre hay que mirar la tarjeta, el nombre de la otra persona, su cargo y empresa y comentar sobre ella (por ejemplo, “¿a qué se dedica usted en su empresa?, etc.).

Dones y regalos

Cuando se viaja a Japón, tanto por turismo como por trabajo, en muchas ocasiones tendremos la oportunidad de visitar a alguna persona japonesa, a una familia, un amigo o a algún empresario. En estas visitas será imprescindible llevar un regalo y lo ideal sería siempre algo típico (preferiblemente dulces) del país de origen del viajero. En el caso de España tenemos la suerte de contar con una gran variedad de productos alimenticios famosos en todo el mundo por su extraordinaria calidad y lujo, muy apreciados en Japón: desde el aceite de oliva, las conservas o los dulces regionales, pero especialmente los mazapanes y turrones.

En Japón, hay dos períodos en donde es costumbre realizar unos “regalos estacionales”. Uno de ellos es el “O-Chuugen” que se realiza como forma de saludo al inicio de la época estival a aquellas personas con las que diariamente se tiene un trato, bien sea por motivos personales o bien por motivos profesionales. El otro es el “O-Seibo” que se regala en fin de año a los familiares, amigos o personas como compañeros y superiores en el trabajo. La época para regalar el “O-Seibo” es desde principios de diciembre hasta el día de Navidad.

Transporte público

Los espacios públicos son los lugares más respetados y cuidados por todos los japoneses por lo que también los viajeros deben acostumbrarse a cumplir con las normas de educación que impone la sociedad japonesa. Muchas de estas normas son similares también en los países occidentales y, por tanto, no son nada extrañas para nuestra sociedad. Al igual que en España, también en Japón se deja espacio en las escaleras mecánicas para que los viajeros que tengan más prisa puedan subir o bajar andando por las mismas. Como curiosidad, mientras que en Tokio los viandantes dejan el lado de la derecha para estos apresurados viajeros y el resto se colocan a la izquierda, en Osaka es al revés (o, mejor dicho, se colocan al igual que en España dejando el lado izquierdo de las escaleras mecánicas libre). Nadie sabe a ciencia cierta a qué se debe esto, pero las malas lenguas dicen que en Osaka se hace al revés de todo lo que hacen en la refinada capital japonesa.

Al esperar el tren en los andenes y antes de subir a los vagones, debemos hacer una fila y situarnos a la cola de los viajeros que ya estén esperando el tren. En las estaciones japonesas está claramente indicado dónde para el tren y siempre parará de la misma forma por lo que donde se forma una cola siempre será porque ahí quedará la puerta de entrada a los vagones.

Una vez dentro del tren o del metro, en Japón está mal visto hablar en tono normal ya que el bullicio puede molestar al resto de viajeros. Por tanto, si tenemos que hablar con nuestro acompañante, tendremos que hacerlo en voz muy baja, casi cuchicheando al oído de la otra persona. Por supuesto, de igual modo deberá abstenerse hablar con el teléfono móvil y en los trenes de largo recorrido, habrá que ir a las zonas entre los vagones que estén habilitados para este fin.

En cuanto a otro tipo de transportes, una curiosidad en Japón son los taxis. Funcionan de la misma manera que en España y podemos parar uno levantando la mano o simplemente subiendo a uno en las paradas de taxi. La mayor diferencia es que las puertas de los taxis japoneses son automáticas. No se debe abrir ni cerrar las puertas porque podemos provocar un serio enfado de su conductor. Las puertas que se abren de manera automática en los taxis japoneses son una manera de mostrar cortesía y hospitalidad al usuario. En el hotel, en la calle y en otros lugares turísticos.

“Allí donde fueres, haz lo que vieres”. Esta frase también es aplicable en nuestra visita a Japón, especialmente en la calle y en los lugares más turísticos como santuarios y templos. Por ejemplo, para los viajeros que fuman, hay que advertirles que por las calles japonesas no se puede ir fumando con la colilla en la mano. Siempre tendremos que buscar un espacio o poste en el exterior en el que se especifique que ese lugar es un espacio de exterior habilitado para fumadores. Del mismo modo, en el interior de los edificios, siempre tendremos que buscar las salas habilitadas para los fumadores. Si no cumplimos estas normas, podemos correr el riesgo de ser multados económicamente. También es obligatorio llevar un cenicero de bolsillo (a la venta en cualquier establecimiento tipo supermercado o estanco en Japón), ya que no podemos tirar la colilla en ese lugar. Las cenizas y la colilla deben ir siempre al cenicero de bolsillo y vaciarlo cuando lleguemos al hotel.

No hay papeleras en muchas calles de Japón, especialmente en Tokio. Al igual que sucede con las colillas, está terminantemente prohibido tirar papeles, bolsas, chicles, envoltorios y cualquier objeto a la vía pública. Por eso las calles japonesas destacan por su limpieza. Todo lo que no queramos tener entre manos deberá ir siempre a nuestros bolsillos y podremos deshacernos de las mismas en la papelera de la habitación del hotel.

Al entrar en las casas japonesas, hoteles tradicionales japoneses con suelo de tatami (“ryokan”) o en muchos edificios situados en el recinto de templos y santuarios japoneses, es obligatorio descalzarse. Es conveniente por tanto llevar calcetines si no queremos hacer uso de las zapatillas que nos facilitan en estos lugares. Al descalzarnos, debemos colocar nuestros zapatos en las taquillas habilitadas para ello. Los zapatos deben estar siempre bien colocados, es decir juntos como cuando lo colocamos en las cajoneras para zapatos de nuestras casas.

Otro detalle importante son los baños japoneses que pueden ser de aguas termales (los famosos “onsen”) de los hoteles tradicionales japoneses “ryokan”. Antes de tomar un baño caliente es obligatorio ducharse en las zonas habilitadas para ello, limpiándose bien con champú y jabón todo el cuerpo. Después, con el cuerpo limpio será cuando podamos tomar ese baño caliente y relajarnos.

En templos y santuarios

En muchos templos y santuarios (hay que distinguir primero ambos recintos ya que los templos son budistas y los santuarios son sintoístas), antes de entrar debemos acercarnos a la fuente de agua en donde suele haber un cazo para coger agua. Con solo un cazo, tendremos que lavarnos las manos, enjuagarnos si queremos la boca con el agua en la mano y después vaciar el cazo en vertical de manera que el mango quede limpio.

Y en estos lugares sagrados, el comportamiento es siempre el mismo que en cualquier otro espacio religioso, con respeto y siguiendo las indicaciones de los carteles y viendo cómo rezan y saludan los japoneses que los visitan. En el caso de los santuarios, al situarnos ante la deidad al que se venera, primero hay que realizar una doble reverencia, echar una moneda en el espacio habilitado para ello (el “saisenbako”) y tocar el cascabel gigante que está anudado a una cuerda gigante para dar posteriormente dos palmadas, todo ello para llamar a la deidad. Seguidamente juntamos las manos para rezar y nos despediremos con una reverencia. En el caso de los templos budistas hay que hacer las mismas reverencias, pero nunca palmadas: solo habrá que juntar las dos manos para rezar, tal y como hacen los monjes budistas.

Resumen final

Aunque puedan parecer muchas cosas, hay una norma básica que se debe de cumplir siempre en nuestro viaje a Japón: actuar con naturalidad y respeto. Y si recordamos al menos las siguientes tres palabras en japonés, nos serán útiles en cualquier momento y podremos acortar las distancias con los ciudadanos japoneses que residen allí: “hola” se dice “konnnichiwa”, “adiós” es “sayonara” y “disculpe o perdón” es “sumimasen”.