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Los 4.000 millones que nunca fueron: Galicia rechaza una quita que la endeuda más
Rueda califica la condonación como “negocio ruinoso” mientras la oposición lo acusa de “sumisión” al PP

Era un día más en el Parlamento de Galicia. Aunque uno con las cartas marcadas de antemano, con el as de la condonación de la deuda a Cataluña ya marcado. Una polémica con un guion escrito y con un giro irónico difícil de ignorar: el marcado por la cifra redonda de 4.000 millones de euros.
Un maná para la oposición política que, dicen, Galicia está dejando escapar por pura lealtad al PP. Una trampa, replica la Xunta, que lejos de aliviar la carga financiera de la comunidad, la encarecería aún más.
En este marco, el presidente Alfonso Rueda ha ido directo al grano y ha vuelto a rechazar la famosa quita de la deuda autonómica que el Gobierno central ofrece a Galicia y otras comunidades. Negocio que no ha dudado en calificar como “ruinoso”.
Su cálculo es sencillo y fácil de seguir: la condonación supondría un ahorro de 42 millones anuales en intereses, pero al pagar entre todos los españoles la parte correspondiente a Cataluña, cada gallego asumiría 220 euros más de deuda. “Si nos fueran a dar 4.000 millones, íbamos ya a por ellos”, ha ironizado Rueda antes de dejar claro que la quita no es más que una redistribución de la carga de esa deuda disfrazada de un supuesto alivio financiero.
“De primero de Economía”
Frente a esto, desde el otro lado del hemiciclo, BNG y PSdeG han cargado con dureza contra la postura de Rueda.
La líder nacionalista, Ana Pontón, ha acusado al presidente de no querer entender lo que es una quita. “Es de primero de Economía”, le ha espetado, asegurando que “una reducción de la deuda del 33% sí supone más recursos para la Xunta”, al tiempo que le ha acusado de bloquear la medida únicamente por obediencia al PP de Feijóo.
Por su parte, el socialista José Ramón Gómez Besteiro ha seguido la misma línea, insistiendo en que el Gobierno autonómico está rechazando una inyección de dinero que podría destinarse a servicios públicos esenciales como sanidad, educación y vivienda. “Aún está a tiempo de rectificar”, ha advertido Besteiro, que ha instado a Rueda a dar instrucciones al conselleiro de Hacienda para que apoye la condonación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que se celebra esta tarde en Madrid.
Mientras tanto, el Gobierno central mantiene su postura: la condonación de la deuda es una medida de alivio financiero para las comunidades que recurrieron al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) durante la crisis, con el objetivo de facilitarles margen presupuestario y mejorar su estabilidad fiscal.
No obstante, en el caso de Galicia, y tal y como ha explicado Rueda, esta reducción supondría una rebaja de 1.477 euros por habitante, pero la Xunta insiste en que el impacto real de la medida es negativo, porque habría que asumir 1.699 euros adicionales debido a la redistribución de la deuda estatal.
Cataluña en el centro del debate
En este marco, la cuestión que plantea la Xunta es clara: Cataluña acumula una deuda desproporcionadamente mayor que la de otras comunidades, y la condonación supone, en la práctica, que el conjunto del Estado asuma una parte significativa de esa deuda. Esto haría que el coste per cápita de la deuda se incrementara para los gallegos, incluso aunque Galicia se beneficie de una condonación similar, puesto que su deuda es bastante inferior a la catalana.
Este argumento ha sido esgrimido en varias comunidades gobernadas por el PP, que denuncian un trato privilegiado hacia Cataluña a costa del resto de España. Sin embargo, tanto BNG como PSdeG consideran que esta postura sólo responde a intereses partidistas y que la negativa de la Xunta supone perder una oportunidad de mejorar las cuentas gallegas.
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