Futuro industrial

Altri, polémica y ruido en el futuro de la industria gallega

La Comisión Europea responde al BNG y niega que el proyecto incumpla las directivas de emisiones, y el PP subraya que “si por los nacionalistas fuese aún iríamos en taparrabos”

Recreación virtual del proyecto.
Recreación virtual del proyecto. Europa Press

Nuevo curso político y viejas polémicas. Una de ellas, la de Altri, proyecto industrial que supondría la instalación de una planta de fibras textiles en Palas de Rei (Lugo) y que viene agitando el escenario político gallego desde hace meses.

Los defensores recuerdan que la iniciativa, única en España, supondría una inversión de más de 800 millones y la creación de más de 2.500 empleos directos e indirectos en su entorno. Los detractores, centran el ataque en el daño que, afirman, se haría al entorno natural de la zona y califica la fábrica de macrocelulosa.

Unos y otros, no obstante, deberán esperar a lo que digan los técnicos. En este sentido, la conselleira de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ángeles Vázquez, ha confirmado que la Xunta dispondrá del informe de impacto ambiental para la fábrica a principios de 2025, y también ha asegurado que analizará el informe del Consello da Cultura Galega (CCG) que considera inadecuado el proyecto planteado por la multinacional portuguesa.

Dicho informe, hecho público hoy y elaborado por una decena de expertos de diferentes ámbitos, asegura que la planta de Altri "produciría una fractura en el territorio" e "implicaría la destrucción completa o alteración irreversible" de una zona propuesta para entrar en la Rede Natura.

En el documento señalan también que la justificación de declaración de 'Proxecto Industrial estratéxico' (PIE) se apoya en aspectos de carácter económico y aseguran que los análisis realizados a partir de los datos del expediente no concuerdan con lo anunciado por los promotores.

Así, el número de empleos directos que se crean en la primera fase del proyecto se estiman entre 161 y 281, menos de los anunciados. Además, defienden que los impactos indirectos solo serían para empresas situadas fuera de Galicia, por lo que el proyecto tendría un impacto muy reducido en la economía gallega, 0,30 euros/euro producido.

La Comisión Europea no ve infracción ambiental

Mientras tanto, la Comisión Europea ha negado que se esté incumpliendo, por parte de los Gobiernos gallego y español, así como de Altri, las directivas que regulan la evaluación de las sustancias contaminantes en el proyecto de la compañía portuguesa en Palas de Rei (Lugo).

Así lo ha comunicado en una carta el vicepresidente ejecutivo Sefcovic en nombre de la Comisión Europea y en respuesta a la pregunta presentada por la diputada del BNG, Ana Miranda.

La información facilitada, explica Sefcovic, "no permite a la Comisión observar ninguna infracción" de la Directiva sobre las Emisiones Industriales o de la Directiva sobre la evaluación del impacto ambiental "en esta fase temprana del procedimiento".

Apunta además que, "sin perjuicio del papel de la Comisión como guardiana de los Tratados", lo más "eficaz" sería plantear la pregunta a las autoridades de los Estados miembros.

En su argumentario, Miranda aseguraba que Altri "incumplía" dicha directiva, "ya que el proyecto presentado no evalúa el conjunto de las sustancias contaminantes".

“En taparrabos”

Tras conocerse la valoración europea, la secretaria xeral del PPdeG, Paula Prado, ha arremetido contra el BNG, al que ha calificado como “el partido del no”: “No les vale nada".

"Si fuera por ellos, aún estaríamos en taparrabos, en un coche como el de Pedro Picapiedra, con ruedas de piedra y ejes de palos", ha proseguido Prado, afirmando que que los nacionalistas "no quieren industria, no quieren trabajo y siempre se oponen a cualquier proyecto de futuro y de modernización de Galicia".

Además, ha vuelto a acusar a los nacionalistas de cambiar de postura respecto al proyecto tras perder las elecciones autonómicas y les ha afeado "oponerse frontalmente a este proyecto sin haber leído el porfolio del proyecto", con "plataformas, manifestaciones y todo tipo de protestas en contra de un proyecto todavía en fase de estudio" por parte de los técnicos de la Xunta.