Infraestructuras

De antigua escuela gallega de la Armada a polo científico del mar

Entre la memoria militar y la innovación marina, la infraestructura ubicada en Vigo busca resurgir como un campus estratégico con vocación internacional y sello gallego

Antigua Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada, en Vigo.
Antigua Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada, en Vigo. Wikipedia

Durante décadas, la ETEA fue uno de los principales centros de formación militar y técnica de la Armada española. En sus aulas se instruyeron miles de marineros en electricidad, electrónica y telecomunicaciones. A lo largo del siglo XX, aquel complejo enclavado en el barrio vigués de Teis albergó dragaminas, túneles excavados en el monte de A Guía para almacenar explosivos y el prestigioso Centro de Medidas Electromagnéticas de la Armada. Su historia culminó en 2002 con el cierre definitivo de la escuela y el abandono progresivo de sus instalaciones.

Hoy, más de dos décadas después, la antigua Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada renace como el epicentro de un proyecto transformador: el Campus del Mar, un polo científico, tecnológico y urbano con vocación internacional, promovido por la Xunta de Galicia. Su objetivo: convertir Vigo en referente del conocimiento vinculado al mar, sin renunciar a la memoria de lo que fue.

Este campus aspira a convertirse en un centro neurálgico de docencia, investigación, innovación y transferencia tecnológica centrado en la economía azul. Se concibe como un proyecto vertebrador que integrará a universidades, centros de investigación, empresas y administraciones públicas, con un enfoque multidisciplinar vinculado al desarrollo sostenible, los ecosistemas marinos, la biotecnología, la oceanografía y la robótica marina, entre otros campos.

Desde el punto de vista urbanístico, el Campus del Mar se localizará mayoritariamente en el ámbito PS-1, una de las piezas clave de todo el planeamiento, actualmente pendiente de urbanización. Esta zona, ubicada en el centro del antiguo recinto de la ETEA, será el corazón del proyecto. Su desarrollo está condicionado a la firma del convenio entre la Xunta, el Concello de Vigo y el Consorcio de la Zona Franca.

El acuerdo, ya aprobado por la Xunta, contempla una inversión autonómica de 10,5 millones de euros, mientras que la Zona Franca será la encargada de ejecutar las obras de urbanización y del aparcamiento subterráneo previsto. La falta de avances por parte de las otras dos administraciones está ralentizando el impulso del proyecto. “Es urgente que firmen cuanto antes. Sin el PS-1, no se puede dar servicio al conjunto”, insistió hoy el presidente Alfonso Rueda.

Rueda, hoy, en una visita a las instalaciones.
Rueda, hoy, en una visita a las instalaciones. Xunta de Galicia

PS-6: espacio peatonal y residencia

Es la zona de actuación más avanzada. La Xunta de Galicia inició hace semanas las obras con una inversión cercana a los 5 millones de euros. Rueda comprobó in situ el avance de los trabajos y explicó que este ámbito es fundamental para preparar el terreno de la futura residencia de mayores que promueve la Fundación Amancio Ortega, con 150 plazas.

El PS-6 abarca 20.000 metros cuadrados y se transformará en un espacio moderno, accesible y sostenible, con prioridad peatonal, zonas verdes, y la renovación total de redes de abastecimiento, saneamiento, electricidad, telecomunicaciones y gas. También se conservarán varios edificios militares existentes.

PS-1: pieza clave aún pendiente

Este ámbito resulta fundamental para dotar de servicios al conjunto de la ETEA. El gobierno gallego ya ha aprobado su parte del convenio, que incluye una aportación de 10,5 millones de euros, pero la formalización está pendiente de que Concello y Zona Franca firmen su compromiso.

El acuerdo prevé que sea esta última la que ejecute las obras de urbanización y el aparcamiento subterráneo proyectado, imprescindible para dar servicio tanto al PS-6 como a la futura residencia. “Estamos a la espera; espero que lo firmen cuanto antes”, insistió Rueda.

PS-5: la antigua panadería, en proceso de recuperación

Otro de los ámbitos definidos es el que incluye el antiguo edificio de la panadería militar. En este caso, la Xunta prevé su rehabilitación para convertirlo en una cafetería abierta al público, que contribuya a dinamizar la zona y a hacerla más accesible para vecinos y visitantes.

El proyecto del Campus del Mar no es sólo una operación urbanística: se trata, también, de una estrategia de ciudad. El antiguo recinto militar se convertirá en un espacio abierto, innovador, orientado al desarrollo sostenible y a la investigación marina. Un lugar donde tendrán cabida instituciones científicas, empresas tecnológicas, espacios verdes y servicios para el barrio de Teis.

En paralelo, la Xunta ha mostrado su disposición a atender las propuestas de la asociación Marinetea, formada por antiguos alumnos y marinos que reclaman preservar la memoria de la ETEA. Entre sus sugerencias está la creación de un museo en la antigua enfermería del recinto, que recuerde lo que allí se vivió y aprendió.