Naturaleza

Cinco piscinas naturales para escapar del calor que hará en Galicia este fin de semana

Desde Ourense hasta el Baixo Miño, estas cinco pozas te ayudarán a refrescarte en plena naturaleza

Cinco piscinas naturales para escapar del calor que hará en Galicia este fin de semana
Cinco piscinas naturales para escapar del calor que hará en Galicia este fin de semanaTurismo de Galicia

Galicia es mucho más que el Atlántico y sus innumerables calas playas. Cascadas, piscinas naturales, pozas y aguas cristalinas invitan a cambiar la arena por la roca y a descubrir nuevos rincones de la comunidad.

Las temperaturas que se prevén este fin de semana en la comunidad convierten estos enclaves en una opción ideal para combatir el calor de una forma diferente, ya sea en familia, con amigos o en solitario. Estas son cinco de las piscinas naturales más impresionantes de Galicia.

Pozas de Melón (Ourense)

En el corazón del municipio de Melón, el río Cerves esculpe uno de los conjuntos de pozas y cascadas más espectaculares del sur de Galicia. Las pozas de Melón (As Mestas, Darriba y A Estrela) forman un itinerario natural a lo largo de una empinada ladera, ideal para quienes disfrutan del senderismo.

La Poza da Estrela, la más accesible y profunda, está situada junto al aparcamiento y cuenta incluso con toboganes de piedra. Es perfecta para un baño tranquilo y para quienes solo quieren refrescarse sin alejarse mucho. Para los más aventureros, el paseo de apenas un kilómetro entre pozas permite explorar saltos de agua más recónditos, aunque con precaución: el terreno es resbaladizo y algunas zonas tienen cierta peligrosidad.

Pozas de Mougás (Oia, Pontevedra)

En la comarca del Baixo Miño, el río Peito desciende por la Serra da Groba formando un conjunto de piscinas y cascadas: las pozas de Mougás. Muy frecuentadas en verano, su acceso requiere un breve tramo a pie desde la carretera que une Baiona con A Guarda, pero la recompensa es un paisaje de ensueño y un baño inolvidable.

Pozas de Mougás
Pozas de MougásTurismo de Galicia

La más conocida es la Poza Grande, cuyas dimensiones permiten nadar, bucear o dejarse masajear por la cascada. El entorno, repleto de vegetación autóctona y rocas en pendiente, invita también al senderismo. Es recomendable llegar temprano para evitar la masificación y disfrutar en calma de este oasis natural. Muy cerca, las pozas de Loureza ofrecen una alternativa menos concurrida.

Pozas de Loureza (Oia, Pontevedra)

A solo 15 kilómetros de Mougás, pero dentro del mismo municipio, las pozas de Loureza ofrecen una alternativa más tranquila y salvaje, ideal para quienes buscan un chapuzón sin multitudes.

Pozas de Loureza
Pozas de LourezaDescubre Rías Baixas

Accesibles tras una ruta de senderismo moderada, estas pozas están rodeadas de vegetación mediterránea y permiten combinar naturaleza y cultura con una visita al monasterio de Santa María de Oia o al sobreiral de Faro, el bosque de alcornoques más occidental de Europa.

Poza da Moura (Domaio, Pontevedra)

La leyenda y la belleza natural se funden en este rincón mágico del municipio de Moaña. La Poza da Moura se esconde en la ruta de los molinos del río Muíños, en el Monte Domaio.

Cuenta la leyenda que una moura (ser mitológico gallego) se arrojó a esta poza rota de dolor por la muerte de su amado, y que aún hoy, en las noches de verano, puede oírse su lamento.

Poza da Moura
Poza da MouraTurismo de Galicia

Está a unos 300 metros de altitud y se llega caminando desde la aldea de O Rosal. Desde allí se disfruta de vistas sobre la ría de Vigo. El agua, muy fría, baja del monte y forma una pequeña cascada que desemboca en una charca de aguas claras. Es perfecta para un baño corto y un picnic con vistas.

Fervenza do Toxa (Silleda, Pontevedra)

Aunque la gran cascada del Toxa es la más fotografiada, a su alrededor hay pozas donde es posible bañarse, especialmente en verano cuando el caudal del río baja. Se llega por una ruta sencilla desde la parroquia de Pazos (Silleda).

El salto de agua principal, de unos 30 metros de altura, impresiona, pero los alrededores ofrecen rincones donde tumbarse a la sombra o darse un chapuzón. Además, está muy cerca del Monasterio de Carboeiro, una visita que completa perfectamente el plan.