Ataque
Dos orcas se internan en la ría de Vigo y causan estragos en dos embarcaciones, que requirieron asistencia de Salvamento
Nuevos incidentes que marcan una tendencia preocupante
En la tarde del viernes, dos embarcaciones sufrieron embestidas casi consecutivas de orcas frente a la costa gallega. El primero de los incidentes tuvo lugar cerca de O Grove, donde un barco tradicional de madera, el San Pedro, vio su timón destrozado tras el impacto. Poco después, cerca de la isla de Ons, otra embarcación sufrió una inundación tras un incidente similar. Afortunadamente, no se registraron heridos, aunque ambas embarcaciones necesitaron remolque por los servicios de rescate marítimo.
Las autoridades marítimas emitieron un aviso inmediato de precaución. Los grupos de orcas, presuntamente una madre con su cría, parecen seguir rutas migratorias de atún rojo, lo cual podría explicar su presencia cerca de la costa y el origen de estos choques repentinos.
Análisis científico del fenómeno
El comportamiento de estos cetáceos ha sido catalogado como un fenómeno complejo, donde las interacciones con embarcaciones se han multiplicado exponencialmente desde 2020. Las investigaciones revelan más de 500 encuentros documentados, con más de 250 barcos dañados, algunos incluso hundidos, sin que hasta el momento se hayan registrado lesiones humanas directas.
El Dr. Bruno Díaz López, ecólogo especializado en mamíferos marinos, señaló que estos comportamientos responden a dinámicas naturales de los ecosistemas. Según sus investigaciones, las orcas parecen estar explorando nuevas estrategias de caza y movimiento. «Todo esto se debe al comportamiento absolutamente normal de los animales salvajes que, como tales, son impredecibles: se mueven continuamente, juegan y desarrollan conductas que pueden resultar peligrosas para los humanos», explicó el experto. «Por eso insistimos en pedir precaución y en exigir que las embarcaciones de recreo no se acerquen».
Las recomendaciones oficiales incluyen mantener una distancia prudente, reducir la velocidad y evitar maniobras bruscas ante la presencia de orcas. Aunque no hay señales de agresión dirigida hacia los humanos, el riesgo para la navegación es real y creciente.