Rehabilitación

Las emblemáticas torres que protegían Galicia de las hordas vikingas reciben un nuevo impulso

Una inversión de más de 420.000 euros permitirá la rehabilitación de un conjunto monumental que se remonta al siglo IX

Las Torres de Oeste, en Catoira (Pontevedra).
Las Torres de Oeste, en Catoira (Pontevedra). Xunta de Galicia

Las legendarias Torres de Oeste, testigos de siglos de historia y símbolo de la resistencia gallega frente a las invasiones vikingas, están a punto de iniciar una nueva etapa. Turismo de Galicia ha anunciado la licitación de las obras de mantenimiento y rehabilitación de este emblemático conjunto monumental situado en Catoira, en la desembocadura del río Ulla, con un presupuesto de más de 420.000 euros.

La intervención, financiada con fondos europeos a través del Plan Xacobeo NextGeneration, tiene como objetivo conservar y poner en valor este Bien de Interés Cultural (BIC) vinculado, también, al Camino de Santiago.

Entre las actuaciones previstas se encuentran el retejado de la cubierta de la iglesia, la restauración de la imagen del Apóstol Santiago, la mejora del badalado de la campana y la colocación de nuevas puertas.

También se instalará un panel informativo exterior y un nuevo stand divulgativo para visitantes, al tiempo que se acondicionará el paseo adyacente, se reorganizarán elementos arquitectónicos como columnas y pérgolas, y se renovará la iluminación exterior. Las empresas interesadas en ejecutar el proyecto tienen de plazo hasta el 15 de abril para presentar sus ofertas.

Monumento Nacional y Artístico

Las Torres de Oeste, declaradas Monumento Nacional y catalogadas como Monumento Artístico, forman parte del legado defensivo que protegía el acceso fluvial a Santiago de Compostela desde la costa atlántica.

Su historia se remonta al siglo IX, cuando el rey Alfonso III el Magno ordenó construir una fortaleza en este punto estratégico para frenar las incursiones normandas y sarracenas que amenazaban la ciudad santa. Posteriormente, el complejo fue ampliado por figuras clave como el obispo Cresconio y Diego Peláez, y bajo el impulso del arzobispo Gelmírez alcanzó su mayor esplendor en el siglo XII, con siete torres y una muralla imponente.

Además de su papel defensivo, el recinto albergó una capilla dedicada al Apóstol Santiago que, durante siglos, fue destino de peregrinación para quienes completaban el Camino y deseaban continuar su ruta más allá de Compostela. Desde los siglos XII al XVI, cientos de fieles acudían a orar ante este altar del“fin del oeste”, reforzando la importancia espiritual del lugar.

La historia de estas torres está también profundamente ligada a la identidad de la villa de Catoira. A día de hoy, el recinto acoge cada primer domingo de agosto la Romería Vikinga, una espectacular recreación histórica que revive el desembarco de guerreros normandos. Declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, combina teatro, tradición y participación popular en un entorno único, atrayendo a miles de visitantes cada año.

Situadas en una marisma protegida e incluida en la Red Natura 2000, las Torres de Oeste poseen un inmenso valor histórico, ecológico y paisajístico. La actuación prevista busca armonizar la preservación del patrimonio con su entorno natural, mejorando la experiencia de los visitantes y favoreciendo el desarrollo sostenible del turismo en la comarca.