Un estudio pionero predice la circulación del aire en el interior de la Catedral de Santiago para mejorar su conservación

La Catedral de Santiago de Compostela es un enorme pulmón con capacidad para 60.000 m3 de aire. Con una intricada red de naves, bóvedas, capillas y pasadizos, este espacio monumental ha soportado, a lo largo de los siglos, condiciones climáticas extremas, especialmente los fuertes vientos y las lluvias procedentes del océano Atlántico.

Ahora, un equipo de investigadores de la Facultad de Física de la USC acaba de desarrollar una representación virtual de la Catedral compostelana con la que gestionar la circulación de aire en su interior y preservar, de este modo, su conservación.

El estudio toma como punto de partida la noción de ‘gemelo digital’, un concepto que tiene su origen en la NASA y que surgió con la voluntad de mejorar la simulación del modelo físico de una nave aeroespacial. En concreto, el ‘gemelo digital’ es una representación virtual de un objeto, proceso o servicio físico.

A través de etas herramientas, el estudio aspira a entender los flujos de aire y la condensación de humedad en el interior de la catedral, con el objetivo de mejorar su protección y preservar su valor patrimonial. Se espera, de hecho, que los resultados puedan beneficiar también a otros edificios históricos en el futuro.

El proyecto, que estuvo en desarrollo casi dos años, está impulsado por la Xunta, la Fundación Catedral y el Centro de Investigación e Tecnoloxía Matemática de Galicia de la USC. Parte de un grupo de investigación de Jorge Mira, Alberto Otero Cacho y Alberto Pérez Muñuzurri, que también participó en los estudios de circulación del aire en las aulas durante el Covid-19.

Un trabajo muy difícil

“Este fue un trabajo difícil”, ha explicado Mira, haciendo hincapié en que esta investigación constituye un estudio pionero en España al ser una de las primeras recreaciones virtuales para ver cómo se gestiona el flujo del aire en una construcción de esta magnitud.

La catedral está orientada hacia el oeste, casi en línea recta con la ría de Noia, por lo que enfrenta el viento directamente con el Pórtico de la Gloria. Se sabe que el aire entra mayormente en esa dirección, pero se desconoce cómo se mueve en el interior y donde deposita la humedad.

En este sentido, Daniel Lorenzo ha señalado que “la realización de este proyecto fue posible gracias a la gran cantidad de datos y modelos recogidos y proyectados con anterioridad desde la Fundación Catedral de Santiago, que, durante las última obras de restauración, monitorizó todo el conjunto catedralicio”.

También ha destacado la importancia de esta nueva herramienta “que va a permitir prever movimientos de aires y grados de humedad en determinados supuestos, y adecuarlos a los trabajos de conservación preventiva que se llevan a cabo en la Catedral”.

En esta misma línea, Román Rodríguez ha manifestado “el compromiso de la Xunta para trabajar por la conservación de este bien patrimonial a nivel mundial, partiendo de la premisa de conocer para prevenir”. Asimismo, ha destacado la implicación de la Universidad y de todos los equipos vinculados a la iniciativa.

Alberto Otero fue el encargado de explicar los detalles del proyecto, destacando la creación de un gemelo digital que defina estrategias de ventilación y que analice la influencia de las posibles modificaciones que se puedan llevar a cabo en el interior de la catedral, fruto de su funcionamiento común. Se trata, en definitiva, de crear un modelo predictivo, que sea fuerte y que permita realizar simulaciones de manera rápida, y a partir de múltiples supuestos.