Pago de peajes

Galicia y la sangría de la AP-9: 16 subidas y un 80% más cara en 20 años

Durante este tiempo el plazo de la concesión de la principal autopista gallega ha pasado de 2012 a 2048 tras tres prórrogas distintas

La AP-9 a su paso por Pontevedra.
La AP-9 a su paso por Pontevedra. Wikipedia

El inicio del curso político ha traído de vuelta al escenario gallego la situación de la AP-9. La autopista del Atlántico recorre Galicia de norte a sur, desde Ferrol hasta Tui, en Pontevedra, ya en la frontera con Portugal. Una amalgama de asfalto de cerca de 220 kilómetros que suma 444 pasos a través de la vía, 6 túneles o 65 puentes y viaductos, entre ellos el de Rande.

Y por supuesto peajes. El eje del conflicto, el continuo goteo que tiene en pie de guerra a la Comunidad, que soporta el pago de una de las autopistas más caras del país con una densidad diaria de tráfico próxima a los 25.000 vehículos y cuya concesión debía haber expirado en 2012.

Lejos de esto, las distintas prórrogas han disparado la obligación del pago de peajes hasta, por lo menos, 2048. La primera fue madrugadora, en septiembre de 1977, cuando se alargó la concesión hasta al 20 de noviembre de 2013. Fecha postpuesta en el 94, cuando se estiró el plazo de amortización hasta agosto de 2023. No sería el último alargue. En el 2000, volvió a ampliarse, llegando hasta el actual 18 de agosto de 2048.

Incrementos y más incrementos que, como no podía ser de otra manera, han venido acompañados de subidas en los costes de los peajes. Durante los últimos 20 años la AP-9 ha registrado hasta 16 aumentos en el precio, lo que ha supuesto un encarecimiento del 80% en el uso de la autopista.

De 14 a 25,5 euros

Así, si en el año 2004 un turismo debía abonar 14 euros por cubrir la distancia entre Tui y Ferrol, hoy el precio se ha disparado hasta los 25,50 euros. Eso, siempre y cuando se trate de un vehículo ligero. Para los pesados, el precio es ya de 44,5.

Un periplo de subidas y contrasubidas que sólo ha tenido un paréntesis entre 2015 y 2017, cuando el coste se redujo 20 céntimos: de 20,2 a 20 euros. Todo lo demás han sido incrementos hasta alcanzar esos 25,5 euros actuales.

De este modo, las peticiones de rescate de la autovía, doce años después del supuesto fin del plazo original de la concesión, se han convertido en una voz prácticamente unánime. Al menos en la política gallega, que este mismo verano exigía en el Congreso tanto esa liberalización como la entrega a la Comunidad de la gestión de la vía.

Desde el Gobierno central, sin embargo, no se han mostrado por ahora muy por la labor. El ministro de Transportes, Óscar Puente, cifraba hace un par de meses en unos 6.000 millones de euros el precio del rescate. Cifra rebajada por la Xunta la semana pasada tras solicitar un informe independiente: el coste no se iría más allá de los 2.300 millones pudiendo, incluso, resultar menor.

A esa cifra, eso sí, habría que sumarle otros 526 millones adicionales si se quisiese transferir a Galicia la titularidad de la AP-9.

Debate en el Congreso

El debate de esta transferencia ha recibido el visto bueno del Congreso de los Diputados, dispuesto a debatir una proposición de ley que incluiría nuevas bonificaciones para usuarios y la eliminación del 1% de coste adicional anual en los peajes durante veinte años.

Un incremento, otro más, que se aprobó tras la ampliación del puente de Rande y del aumento de capacidad de la autopista a su paso por Santiago de Compostela.

De este modo, hoy, tras décadas de subidas en los precios, viajar de A Coruña a Vigo cuesta19,4 euros; cubrir los 80 kilómetros que separan la urbe herculina de Santiago, 7,95; y completar el trayecto entre Vigo y Pontevedra, apenas 30 kilómetros, 4,60 euros.

Una sangría que, si nadie lo evita, se extenderá hasta 2048.