La justicia tumba una factura eléctrica de 15.000 euros a una consumidora gallega

Un juzgado de Pontevedra ha dado la razón a una empresaria de Vigo y ha anulado una factura de más de 15.600 euros emitida por la distribuidora, que la acusaba de manipular el contador para reducir su consumo. La justicia concluye que la compañía no probó el fraude y que su propia negligencia provocó la anomalía en la facturación.

La historia arranca en 2021, cuando la afectada, propietaria de una lavandería de autoservicio en Vigo, notó que su factura reflejaba un consumo inferior al real y alertó a la comercializadora eléctrica. Esta trasladó el aviso a la distribuidora que, sin embargo, tardó 16 meses en revisar el contador.

El juez considera que la empresa actuó con desidia y que, al no haber realizado la inspección a tiempo, ella misma consolidó el error en la facturación, lo que invalida su reclamación económica posterior.

Sin pruebas claras de fraude

Durante el juicio, un perito de la Xunta de Galicia declaró que no existían indicios claros de manipulación dolosa del contador. Explicó que el dispositivo no era compatible con la nueva normativa de tarifas eléctricas implantada en 2021 y que, probablemente, se modificó su configuración sin reprogramarlo adecuadamente, lo que pudo provocar lecturas erróneas.

Además, la inspección de la distribuidora se llevó a cabo sin avisar a la empresaria, sin la intervención de un técnico independiente y solo con fotografías sin fecha ni sello de autenticidad, lo que generó una clara indefensión para la afectada.

Sentencia firme

El fallo del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de Pontevedra respalda la resolución de la Xunta de Galicia, que ya había anulado la factura al considerar que la distribuidora no acreditó el supuesto fraude. La sentencia es firme y no cabe recurso de apelación.