Nuevo gobierno

El morbo de los conselleiros diputados

El cese como parlamentarios de los titulares de las Consellerías, práctica habitual en la Xunta, no afectará a todos al deber permanecer al menos uno en la Cámara por un motivo trascendente

Rueda, en el Parlamento de Galicia la semana pasada.
Rueda, en el Parlamento de Galicia la semana pasada. Parlamento

Cuando Alfonso Rueda adelantó las elecciones gallegas, allá por el mes de diciembre del año pasado, se iniciaba una carrera democrática con diversos hitos que se han ido cumpliendo a lo largo de estos meses. El primero, y más obvio, la propia celebración de los comicios el domingo 18 de febrero.

A partir de ahí, y ya validado por el resultado de las urnas, el presidente gallego ha ido dando los pasos oportunos de cara al inicio de esta XII Legislatura de Galicia. Una etapa política que ayer cerraba, prácticamente, su primera fase tras la toma de posesión de los conselleiros y la celebración de un primer Consello de la Xunta que, más allá del carácter formal, permitió también avanzar en el cumplimiento de determinadas promesas electorales.

Ahora, y a la espera del nombramiento de otros cargos intermedios, como directores o secretarios generales, que se irán sucediendo estas semanas para completar el organigrama de la Xunta, falta por ver qué sucede en el Parlamento de Galicia.

Desde que Feijóo accediera al Ejecutivo gallego en el año 2009 viene siendo una práctica habitual que los titulares de los distintos departamentos renuncien a su acta como diputados para centrarse en las labores de gobierno. Una costumbre que el propio Rueda defendía ayer apuntando que la “intención es seguir la práctica de otras legislaturas” toda vez que “en el grupo parlamentario existe gente que puede reemplazarlos y hacer una labor magnífica”.

No en vano, el cese implicaría, en primer lugar, el desplazamiento de las listas electorales con la entrada de nuevos diputados por las provincias afectadas, principalmente A Coruña y Pontevedra al tener estas un mayor número de escaños.

Sin embargo, este cese no debería afectar a la totalidad de conselleiros toda vez que, en caso de que se produjese una eventualidad que obligase a Rueda a abandonar la Presidencia, su sustituto debería salir del propio Parlamento de Galicia.

Esta hipótesis, improbable en estos momentos, ya se dio hace un par de años, cuando fue Núñez Feijóo quien abandonó la Presidencia en favor del propio Rueda ante la crisis del los populares en Madrid. En ese momento, sólo dos conselleiros tenían escaño en el Parlamento: los dos vicepresidentes de la época, Rueda y Francisco Conde. Los demás habían cesado como parlamentarios antes del primer año de mandato.

Ahora es previsible que suceda lo mismo en un movimiento con cierto interés político toda vez que, aquellos que no cesen, serán vistos como eventuales sustitutos del presidente ante una hipotética causa mayor. Algo, si cabe, con más morbo toda vez que el propio Rueda ha prescindido, en esta ocasión, de las vicepresidencias para conformar su Gobierno, algo que no sucedía en la Xunta desde el año 2012.