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Gastronomía
Destinos con sabor: Sardón de Duero (Valladolid). De visitar el huerto de Abadía Retuerta Le Domaine a comer en Refectorio y el lechazo de Mannix
Marc Segarra, que recupera los productos que existían en el siglo IX, en cuanto puede se escapa al chiringuito L’Indret
Abadía Retuerta LeDomaine es un destino en sí mismo al tratarse de un hotel boutique, que el arquitecto Mario Serra ha ambientado en un monasterio del siglo XII. Rodeado de 200 hectáreas de viñedos, acaba de hacerse con las tres llaves Michelin, mientras que el restaurante Refectorio ilumina el entorno con un brillo rojo, otro verde y dos Soles Repsol gracias al buen hacer de Marc Segarra. Primero, hablamos con su director general, Enrique Valero, para quien «la excelencia radica en poner en valor la herencia natural del lugar. Es decir, en esas 700 hectáreas a menos de dos horas de Madrid con un tremendo valor no solo desde el punto de vista vitivinícola, sino también desde el experiencial, en qué puede hacer aquí el huésped». Se refiere a visitar la huerta, la viña, a apuntarse a una vendimia personalizada, a un paseo en globo, a caballo o en bici, a conocer los jardines o a disfrutar de un aperitivo al aire libre. Incluso, destacan las actividades relacionadas con el bienestar, porque son pura tendencia.
En el jardín de los monjes
Territorio Capturado es el concepto en el que se engloba la propuesta gastronómica de Refectorio y ahora Marc Segarra ha querido mostrar ese entorno de una forma más directa y qué mejor que comenzar la propuesta en esas tierras que rodean el restaurante en lo que ellos llaman El jardín de los monjes, porque lo era. Era el espacio por el que transitaban los habitantes de la abadía hace siglos. Ahora, quiere que sus comensales disfruten también de este entorno (solo los domingos al mediodía) y de su interpretación de la cocina medieval castellana de los siglos XIV y XV estructurada en los menús Terruño, Origen (180) y Legado (200). Seguimos. Como el cordero es un manjar «muy de Valladolid» a quien le entusiasme suya debe ser una mesa en Mannix, en Campaspero. Y, si no ha probado el pincho de lechazo tome rumbo a Traspinedo, porque sirven unas barras de lechazo al sarmiento de repetir. La siguiente parada ha de ser en el pueblo de Serrada siempre que sea amante del queso, ya que en el pueblo merece la pena pararse a comprar un queso ahumado riquísimo en la quesería Campoveja. Antes de continuar nuestro periplo, el de Reus nos insiste en que no deja de recomendar el restaurante de su amigo Ferran Cerro en su tierra «por ser un sitio inspirador», reconoce, gracias a un servicio dinámico, productos de temporada y platazos como los guisantes con tripa de bacalao y pil pil. Asimismo, apunta, jamás debe abandonar su tierra sin conocer el Museo del Vermut, porque reúne más de 150 referencias Propiedad de su gran amigo Joan Tapias, lo puede elegir a la carta (blanco, de grifo…). Personalmente, al chef le gusta éste último, con hielo y una rodaja de naranja. E, incluso, rebajado con soda de sifón, mientras que el blanco suele anteceder sus comidas cuando anda de vacaciones. De ahí que sea la bebida que pide en el chiringuito L’indret, en Cambrils, ese día que llega con tiempo y antecede a un arroz, finito y seco. Por último, quien no conozca In-pulso (Madrid) que corra, porque al frente está Alejandro García, mejor cocinero de la Comunidad de Madrid.
► Dónde: Sardón de Duero. Valladolid.
► Precio menú Terruño: 160 euros sin vinos.
► 983 68 76 00.
abadia-retuerta.com
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