La Ribera del Duero fue una fiesta el pasado fin de semana. Alrededor del vino, la gastronomía y el enoturismo se reunieron más de 700 personas de toda España -y del extranjero, como un grupo de ocho personas llegado expresamente desde México- en torno a Peñafiel (Valladolid). Todos para participar en el Día V -de Bodegas (valga la licencia) y de Valores-, una iniciativa puesta en marcha el pasado 25 de enero con una rueda de prensa multitudinaria en Madrid organizada por el Grupo Criteria.

En aquella ocasión se presentó lo que entonces solo era un ambicioso proyecto que reunía a cinco de las bodegas más emblemáticas de Ribera del Duero: Tinto Pesquera, Protos, Alión, Pago de Carraovejas y Emilio Moro, y que se hizo realidad con la colaboración de la Junta de Castilla y León, la Diputación de Valladolid a través de Alimentos de Valladolid y la Milla de Oro del Vino, el Ayuntamiento de Peñafiel, Banco Sabadell, Cork Supply, Cartonajes Santorromán, Argraf, Ramondin, RIEDEL Euroselecció y 22 Artesian Water.

Los visitantes realizaron una ruta que les llevó en autobús a las cinco bodegas, donde escucharon una presentación de la misma y disfrutaron de varios de sus vinos acompañados de tapas distintas. Y con música en directo de fondo.

Nunca antes se había celebrado en la región una actividad enoturística de forma simultánea en cinco bodegas diferentes. En concreto, los asistentes se dividieron en cinco grupos de 150. Cada uno hizo un recorrido concreto que cada asistente decidió a la hora de comprar su entrada, a un precio de 180 euros. Las bodegas participantes ofrecían dos referencias de alta gama, con posibilidad de llenar la copa varias veces, maridadas con unas tapas a su altura.

En Bodegas Tinto Pesquera los vinos que se sirvieron fueron Tinto Pesquera MXI 2021 y Tinto Pesquera Reserva 2020 con una tapa elaborada con trufa de primavera y una cazuelita de garbanzos de Dehesa la Granja con oreja. Alimentos de Valladolid ofreció una degustación de fresas de Ideal Fruits.

Protos’27 2022 y Protos Verdejo Reserva 2020 fueron las propuestas de esta otra bodega. La visita incluía una tapa de dumplings de lechazo con ramen churro. Alimentos de Valladolid ofreció una degustación de lentejas IGP Tierra de Campos y del espárrago de Tudela.

En Alión se sirvió un pincho de lechazo al sarmiento para los vinos Alión 2021 y Mandolás 2022. Alimentos de Valladolid ofreció una degustación de quesos de La Flor de Esgueva.

Otra de las bodegas participantes fue Pago de Carraovejas. Aquí la oferta gastronómica fue doble con una pastela de cochinillo y sopas de ajo. Los vinos presentados fueron Pago de Carraovejas 2022 y Ossian 2022. Alimentos de Valladolid ofreció una degustación de empanada de verduras de La Giralda de Castilla.

En el caso de Bodegas Emilio Moro, los vinos descorchados fueron La Revelía 2022 y Malleolus de Valderramiro 2021. Y su maridaje gastronómico lo compuso una tapa de taco de carrillera al vino tinto con champiñón portobello y cebolla caramelizada. Alimentos de Valladolid ofreció una degustación de ensalada de conejo Hermi escabechado con verduras encurtidas.

Cada bodega aportó a los visitantes un valor diferencial. Por ejemplo, la excelencia de Tinto Pesquera, con su enfoque pionero en la producción de vinos elaborados con uva tempranillo donde se combinan técnicas artesanales con innovaciones tecnológicas.

La sostenibilidad es el valor en Protos. El máximo respeto por el viñedo, su naturaleza y cuidado, como única vía de conseguir una elaboración de calidad para conseguir un futuro más sostenible.

Alión, que abría por primera vez sus puertas al gran público, es la representación de la diversidad de la Ribera del Duero. En 1991 fue fundada como segunda bodega de la familia Álvarez como un proyecto independiente de Vega Sicilia para elaborar vinos modernos y diferenciados dentro de la denominación de origen Ribera del Duero.

La autenticidad de Pago de Carraovejas se entronca con sus viñedos, plantados en laderas de pendientes pronunciadas, suelos calizos y beneficiados por un microclima único que favorece la maduración óptima de las uvas. En sus instalaciones se encuentra el restaurante Ambivium, con su Estrella Michelin.

Emilio Moro es apreciada en el sector tanto por sus productos como por su principal propietario, Javier Moro, un magnífico anfitrión.

Dentro de dos años se repetirá esta experiencia tan singular. Ya queda menos.