Una espectacular propuesta gastronómica de un cocinero universal

Idam, por Alain Ducasse, en Doha

Su ubicación, en la ultima planta del Museo Islámico de Doha, es privilegiada

Sorprende gratamente la amplitud de los espacios
Sorprende gratamente la amplitud de los espaciosJNarroJNarro

El más laureado de los cocineros vivos a día de hoy; el que más estrellas Michelin ostenta en sus vitrinas, deja su impronta en Doha (Catar), convirtiendo este restaurante, Idam, en uno de los mejores de esta parte del mundo.

Situado en la última planta del espectacular edifico que alberga el Museo Islámico (diseñado por el arquitecto Ieoh Ming Pei –autor de la pirámide de cristal de Louvre-), con unas vistas únicas sobre el cambiante “skyline” de la ciudad, junto a un gran ventanal demás de 40 metros de altura que ofrece una sorprendente luminosidad, descubrimos algo ciertamente insólito en el mundo de la gastronomía: una fusión entre la alta cocina francesa y los sabores y productos de este país.

Cualquier detalle se cuida al máximo
Cualquier detalle se cuida al máximoJNarroJNarro

Nada más entrar, desde el primer momento, el escenario impresiona al comensal por su grandiosidad. La altura de los techos, el gran espacio existente, la separación de las mesas, la comodidad de los asientos, la luz, las vistas desde la terraza…. en fin, todo.

Se advierte el cuidado y mimo puesto en cada detalle, por insignificante que parezca: vajilla, mesas, mantelería, cristalería, cubertería, etc., están diseñados por las más acreditadas marcas. A ello, hay que sumarle una muy estudiada decoración donde, por ejemplo, descubrimos que en el suelo o en los sillones hay xerografiados versos y frases en árabe.

Una más que minuciosa atención, una acreditada profesionalidad y la sensación de estar en un lugar diferente (cobijados por la asesoría del maestro Alain Ducasse) nos anuncian que lo que vamos a probar no se queda atrás del magnífico escenario donde nos encontramos.

Así es, comer en la última planta del museo islámico de Doha es todo un espectáculo culinario donde la huella de este gran chef es evidente. Desde los inicios, cuando tomamos asiento, hasta el último bocado vamos experimentando un cúmulo de sensaciones irrepetibles.

Todos los sentidos en alerta para no perdernos el más mínimo detalle. No puede ser de otra forma. Sabores, a veces, novedosos, innovadoras presentaciones (incluidos originales trampantojos culinarios) y mezclas casi imposibles nos envuelven y enamoran a nuestro paladar. El comensal tiene la sensación de no querer que termine la función, deseando que no tenga fin.

Da igual el momento de la comida o la cena al que me refiera. Da igual que sean los entrantes, las carnes, los pescados o los postres. Cada paso de menú degustación, aunque parezca imposible, se supera. Refinamiento, técnica, sofisticación, calidad, atrevimiento, personalidad, sorpresa ….. En definitiva, alta cocina elaborada con precisión y cariño.

El espectáculo que supone esa multitud de caras de la más diversas índoles, que encierra este –permítanme la expresión- perfecto “poliedro gastronómico”, aumentará si simplemente anuncio, sin más detalles, lo que les espera. No avanzo elaboraciones, no revelo pormenores. Dejen que les sorprendan.

Mi deseo es que, cuando traspasen su emblemática puerta, el asombro sea total.

Como comensal, siempre es bueno dejarse sorprender por estos acreditados fogones
Como comensal, siempre es bueno dejarse sorprender por estos acreditados fogonesJNarroJNarro

Háganme caso, si viajan a Doha y desean comer en un restaurante icónico, reserven en Idam (www.idam.com)