El todopoderoso productor de cine, Harvey Weinstein, vuelve a los tribunales de Manhattan. A pesar de las acusaciones de más de 80 mujeres, la mayoría de sus delitos han prescrito y esta semana Weinstein se enfrenta en las cortes neoyorquinas a cinco cargos por delitos sexuales. Unas acusaciones a las que tendrán que sumarse los cuatro nuevos casos que ha presentado contra él la Fiscalía de Los Ángeles.

Los abogados de Weinstein sugirieron que el momento de los nuevos cargos por delitos sexuales, anunciados el lunes, era deliberado por parte de los fiscales, y pidieron un retraso, debido al estallido de publicidad sobre la presentación de nuevos cargos contra el magnate de Hollywood en Los Ángeles.

El juez James Burke rechazó un aplazamiento, diciendo que confía en que el jurado entenderá que Weinstein se presume inocente, y los primeros 120 jurados potenciales fueron llevados a la sala del tribunal para completar un cuestionario, el primer paso en un proceso que se espera tome semanas, dada la gran cobertura de noticias del caso y la forma en que el fuera el más poderoso de Hollywood, ha sido elegido como el villano del movimiento #MeToo.

Weinstein, de 67 años, entró cojeando, paso a paso a la corte con un andador después de una cirugía de espalda reciente. Ya en la sala, pronto estalló la guerra judicial, el juez negó una solicitud de los fiscales para revocar la fianza del acusado y encarcelarlo hasta que el juicio acabe , las nuevas acusaciones aumentan el riego de Weinstein para huir.