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Supervivientes: Rocío Flores se rompe al preguntarle si cree que su madre la está viendo en el concurso
Bea se convierte en la primera expulsada del “reality”
No sabemos si es por el mal tiempo, que tiene a los concursantes un poco deprimidos, pero parece que el comienzo de esta edición de “Supervivientes” no ha sido todo lo fuerte que se esperaba. Parece que los espectadores andan aún con la resaca del tirón que supuso “La isla de las tentaciones” y exigen mucha más entrega a unos concursantes aún aletargados. En esta tercera gala Rocío Flores, Bea y Antonio Pavón se jugaban su permanencia en Honduras. Tras una doble expulsión, estos se enfrentaban a las dos habitantes de Playa Desvalida: Yiya y Vicky Larraz. La noche comenzaba con un juego de recompensa en el que la coordinación entre los compañeros era la clave para ganarla. Cuando los siervos estaban a punto de lograr su ansiada recompensa, Ana María Aldón tiraba todas las fichas de la prueba, lo que les hacía perder la prueba en los últimos segundos, poniéndoles la victoria en bandeja a los mortales.
Esta última semana ha estado protagonizada por las lluvias y la reconstrucción de sus campamentos entre muchos bichos y algunas dificultades, sobre todo en la soledad de Playa Desvalida, donde Yiya lloraba desconsolada por un pequeño corte en el dedo: “Por favor, que le digan a mi madre que no se preocupe”, decía mientras le atendían los médicos.
En la playa de los siervos, Ana María Aldón recogía por la noche cangrejos entre risas del resto de los participantes pensando que estaba dormida por su lucha con los animales. Mientras tanto, gritaba a Antonio Pavón para que le ayudase, uno de los compañeros con los que más “feeling” ha tenido, algo que llevó a Rocío Flores a insinuar que podría haber algún tonteo.
A lo largo de la semana, muchos han sido los concursantes han criticado a Cristian Suescun como Dios, por su avaricia y una mala decisión: quitarle la lona como castigo al grupo de los siervos. “Un hervor no, le faltan cinco hervores”, sentenciaba una Fani muy enfadada y totalmente enfrentada a él. Momentos después, el mismo Dios denunciaba el robo de una lata y buscaba por las playas al asaltante sin suerte.
Bea y Antonio Pavón, los expulsados
Llegaba la hora de anunciar las dos personas expulsadas. Bea era la primera anunciaba, y daba las gracias a sus compañeros por haberle hecho más fácil la convivencia: “Gracias a todos, me voy muy muy feliz”. El siguiente eliminado era Antonio Pavón, mientras Rocío Flores lloraba de felicidad. Pavón había tenido una semana muy complicada, en la que muchos de sus amigos se habían puesto en su contra y habían criticado sus supuestas ganas de protagonismo ante la cámara.
Uno de los momentos más emotivos de la gala fue cuando mostraron las imágenes de Rocío Flores hablando de su familia con sus compañeros. Jorge Javier aprovechó el momento en directo para ahondar en el tema y le preguntó si le gustaría que su madre estuviera viendo el concurso. Visiblemente emocionada, Rocío Flores no sabía que contestar y se limitó a decir: “No sé, Jorge. Hombre claro, yo que sé. Pero da igual, déjalo...”.
Los expulsados llegaban a Playa Desvalida para encontrarse con Vicky Larraz y Yiya, a la que Jorge Javier le dio algún toque por sus continuas faltas de respeto: “Yo quiero que llegue Rocío Florero”, espetaba sin reparo.
Juego de rango
Con un Cristian castigado por la organización y una Rocío Flores que no hacía la prueba por problemas físicos, comenzaba un auténtico reto que decidiría una vez más el reparto en las playas. Los supervivientes tenían que mantenerse en una plataforma de madera.
En el primer grupo, quien más aguantaba era Barranco. En el segundo, era Ferre. De esta manera, los grupos quedaban así:
Dios: Ferre
Mortales: Fani, Hugo, Ana María, Nyno, Ivana (líder), Barranco
Siervos: Rocío Flores, José Antonio, Alejandro, Elena, Cristian, Jorge (líder)
Diferentes conflictos en playa y plató
En plató también había gran conflicto cuando Sofía intentaba defender a su hermano de los ataques de Fani recordando lo ocurrido en “La isla de las tentaciones”, algo que no sentó nada bien a Christofer allí presenté y que le llevó a recibir un ‘zasca’ por parte de Jorge Javier: “Para decir esas cosas, mejor quédate callada”.
Otro de los momentos más confusos de la noche se veía en uno de los vídeos. José Antonio Avilés preguntaba a los supervivientes, aparentemente con inocencia, si alguna vez habían sido infieles. Esta cuestión sentaba muy mal a Ana María, que directamente le catalogaba de “gilipollas”.
Por otro lado, Rocío Flores se emocionaba recordando la boda entre su padre y Olga Moreno, su actual pareja. Desvelaba también que le gustaría tener hijos y casarse en poco tiempo, y crear un enlace como el que tuvo Antonio David. Cristian le preguntaba después por su alejamiento de su madre, algo que no quería desvelar, y se derrumbaba al admitir que cree que Rocío Carrasco no estaría viendo el programa.
Nominaciones esperadas
Comenzaban los siervos a escribir los primeros nombres: Rocío nominaba a Cristian, Cristian a Elena, Alejandro a Avilés, José Antonio a Alejandro y Elena a Cristian. Por lo tanto, los nominados de los siervos serían Cristian y Alejandro.
Por otra parte, las nominaciones de los mortales se iban desarrollando así: Fani nominaba a Ana María, Hugo a Fani, Barranco a Ana María, Nyno a Ana María y Ana María a Fani. Así, los nominados de los mortales serían Ana María y Fani.
Finalmente se revela el que sería el verdadero expulsado de la noche. La audiencia decidía que la persona que no seguiría disfrutando de la experiencia en la isla sería Bea.
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