Gente
La cuchipanda de Ana Soria añora al “paganini”
Así es como alguno ha bautizado a Enrique Ponce, por su excesiva generosidad al abonar cuentas en restaurantes y bares de copas de Almería
La cuchipanda mega pija de Ana Soria echa mucho de menos al “paganini”, como alguno ha bautizado a Enrique Ponce, por su excesiva generosidad al abonar cuentas en restaurantes y bares de copas de Almería.
Tras ser operado de una hernia, el torero sigue un reposo absoluto por prescripción médica, y, naturalmente, no puede salir de juerga con los juveniles amigos de su novia.
“Paganini” se ha mimetizado con las costumbres de la cuchipanda, hasta su vestuario parece el de un teenager. Antes abusaba de los trajes y las corbatas, ahora de los vaqueros y las prendas coloristas. Este no es mi Enrique, me lo han cambiado. Cualquier día le vemos invitando a refrescas y batidos a la pandilla de sus hijas adolescentes. Visto lo visto, el valenciano es como un camaleón que se adapta a cada entorno.
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