Separación
Paloma Cuevas, cuenta atrás para el divorcio de nunca jamás
Su entorno no entiende por qué Enrique Ponce aún no ha firmado el acuerdo
Su vida ha dado un cambio radical desde que se separó deEnrique Ponce. Nada será igual en estas Navidades. Paloma Cuevas las vivirá, por primera vez, alejada del padre de sus dos hijas, a la espera de que el torero firme los papeles del divorcio, en los que ella estampó su rúbrica hace ya semanas, y planificando a medio plazo un futuro profesional que pasa por el diseño de joyas solidarias para la firma de su íntima amiga Cristina Yanes.
El círculo más cercano a Paloma asegura que «por un lado, serán unas fiestas navideñas un tanto amargas por las circunstancias, pero marcadas por los altos sentimientos religiosos de Paloma y los suyos. La ausencia de Enrique no tiene que enturbiar las Navidades».
Mientras éste último ha rehecho su vida sentimental junto a la veinteañera almeriense Ana Soria, la socialité está cerrada a nuevos amores. Una de sus mejores amigas, Alicia, desvela a La Razón que «es falso que Paloma esté abierta a una reconciliación con su ex marido, se ha reído mucho al ver publicado el rumor, no hay marcha atrás, está a la espera de que Ponce firme los documentos del divorcio. La cosa se está retrasando demasiado y no lo entendemos. Paloma ya firmó el acuerdo inicial, quiere estar tranquila, romper definitivamente con el pasado y mirar con optimismo el futuro. Es una mujer fuerte, positiva y con las ideas muy claras».
Las malas lenguas apuntan a que el motivo del retraso se debe a ciertos desacuerdos la hora económicos a del reparto de bienes, pero Alicia prefiere no entrar en tan delicado asunto, haciendo gala de una discreción absoluta.
Eso sí, añade que «Enrique y Paloma mantienen una buena relación de amistad. Se llevan bien, lo que no significa que el rumor de una posible reconciliación matrimonial, que fue publicado por una web taurina, y otros medios se hicieron eco, sea factible, nada más lejos de la realidad, no tiene la menor credibilidad»
«Enrique ve con asiduidad a sus hijas. Cumple como padre y quiere mucho a las niñas», afirma la misma fuente.
Las hijas viven con su madre en el amplio piso madrileño del Paseo del Pintor Rosales y estudian en un colegio de la capital.
Alicia reconoce que «la ruptura matrimonial supuso un tsunami el pasado verano. Afortunadamente todo se ha calmado, porque lo mejor para todos era resolver esa separación sin sobresaltos».
Ahora, Paloma comienza a plantearse la idea de repetir una anterior experiencia de diseñar joyas con fines solidarios. Su amiga Cristina Yanes, una de sus mejores consejeras y fiel confidente, la anima para que lleve adelante este nuevo proyecto.
Alicia recuerda que «las dos colaboraron en el lanzamiento de una primera colección de piezas, pero aun no tengo la confirmación de que la segunda esté en marcha».
La intención de trasladarse con las niñas fuera de España no se ha desechado. Cuando acaben el curso, Paloma retomará esa iniciativa, y, si Enrique no se opone, podrían mudarse las tres a otro país. Eso sí, contando con que el frágil estado de salud del padre de Cuevas, Victoriano, mejore.
La empresaria siente verdadera adoración por sus padres. Se vuelca en su cuidado y no se ha separado de ellos en estos meses tan convulsos desde que se hizo pública su separación matrimonial. Con ellos y con sus hijas pasará las fiestas navideñas. Victoriano y su esposa Paloma son su mayor apoyo, su paño de lágrimas hasta que entendió que su crisis matrimonial no tenía solución. Por eso, ella ahora se dedica en cuerpo y alma a las dos personas a las que, junto a las niñas, más quiere en este mundo.
Sin ganas de ennoviarse
Se ríe ante las especulaciones que le intentaron vincular a un importante hombre de negocios, un empresario malagueño residente en Marbella. Le conoce, sí, pero nada más.
Otra fuente de su entorno aclara que «ni está preparada para una nueva relación sentimental ni la quiere. Y no comprende que intenten buscarle novios. Vive por y para sus niñas y sus padres, en los cuatro, y en su grupo de incondicionales amigas, vuelca la totalidad de sus sentimientos. Ni se le pasa por la cabeza enamorarse de nuevo».
Paloma no es una cultivadora de aventuras ni de idilios. Es mujer de relaciones largas, como lo demostró su noviazgo y matrimonio con el torero. Inteligente, guapa, con las ideas muy claras, emprendedora, el hombre futuro que aspire a llegar a su lado tiene el listón muy alto. Estamos ante una persona que no entiende de medianías, ni tampoco es partidaria de ennoviarse con parejas más jóvenes, al contrario de lo que ha hecho Enrique con Ana Soria, con la que el diestro celebrará su 49 cumpleaños el próximo martes, día de la Purísima Concepción. Será su primer cumpleaños alejado de Paloma y sus hijas. Dicen que visitará a las niñas para recibir el regalo que le tienen preparado, y que le gustaría hablar muy seriamente con la mayor que, como ya hemos publicado esta misma semana, no acepta de buen grado la relación sentimental de su padre con la almeriense. La vida sigue y el pasado queda atrás sin visos de reconciliación. Eso es lo que no entiende su primogénita, que hasta el final soñó con que sus padres volvieran a estar juntos. Ana es la «intrusa», la que ha alejado a su padre de casa, y tiene difícil perdón para una jovencita que adora a su progenitor. Pero también a su madre, a la que ha visto sufrir en silencio desde que Ponce se fue del cortijo.
Van a ser unas vacaciones partidas, porque el valenciano quiere que sus hijas pasen con él la mitad de las fiestas. ¿Qué ocurrirá con Ana Soria? Lo más probable es que disfrute de la compañía de sus padres y de sus amigos mientras las hijas de su novio permanecen con él. La vida es así. Y, según nos dicen allegados a Cuevas, «es muy pronto para que las más jóvenes del clan Ponce vean a la estudiante de Derecho como una más de la familia».
No hay planes de anulación matrimonial
Aunque se llegó a publicar que Ponce le pidió la anulación matrimonial a Paloma con el fin de casare en 2021 por la iglesia con Ana Soria, es otro bulo sin consistencia. Desde el entorno de Cuevas aseguran que «ese asunto nunca lo han hablado. Ninguno de los dos ha pedido al otro la anulación. De momento, están enfrascados con el tema del divorcio, nada más. Es cierto que tanto Paloma como Enrique son personas con fuertes creencias religiosas, pero, la posibilidad de una anulación nunca se ha puesto sobre la mesa. Lo que ocurra en el futuro en este sentido, no se sabe. Ya se verá».
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