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Los Reyes en Palma: homenaje a un olímpico, besos de buena suerte… y un tropezón

Los Reyes y sus hijas participan en el homenaje a Joan Cardona, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Ha tenido que ser todo un flamante medallista olímpico el que obrase el milagro de volver a ver de manera pública a la Familia Real al completo en Mallorca. Con una agenda oficial vacía de actos para la próxima semana -hay que recordar que los monarcas dejarán la isla el jueves 12-, la presencia ayer en el Náutico de Palma de Felipe VI en compañía de doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía no dejaba de ser sorprendente; Casa Real no había anunciado esta visita a todos los medios de comunicación acreditados para las regatas y fue el boca a boca el que hizo que nadie se lo perdiese, a pesar de algún fotógrafo despistado que se encontró con toda la escena ya en acción.

Desde 2019 no se producía la fotografía de los reyes y sus hijas recorriendo el pantalán del Club Náutico de Palma y dejándose inmortalizar frente al Aifos. Allí, antes de embarcarse para competir en la última jornada de la regata, Felipe VI recibió el cariño de sus chicas. Besos de la princesa, la infanta y la Reina y un “buena suerte” que Leonor le dijo cariñosamente a su padre en el oído. Lástima de las mascarillas, que impiden leer los labios. Eso sí, Letizia y sus hijas se mostraron de lo más cariñosas con el público que las saludaba desde las ventanas superiores del edificio, las que dan justo a la zona del restaurante vip. Debió reconocer a alguien la reina allá arriba porque mandó un beso de vuelta con mucho entusiasmo.

La Reina Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía
La Reina Letizia y sus hijas, Leonor y SofíaRaúl TerrelEuropa Press

Antes de esa escena con la tripulación y regatistas, y en medio de un bochorno casi insoportable, los monarcas se añadieron al paseíllo que desde la presidencia del Club Náutico se había organizado para recibir al joven Joan Cardona, recién llegado desde Tokio con su medalla de bronce colgada al cuello; se trata de la primera presea olímpica que logra el club en toda su historia y se notó en el ambiente, muy festivo. Felipe, que también fue olímpico en vela, felicitó en primer lugar al menorquín. Tras él, la princesa Leonor y la infanta Sofía y una doña Letizia que no pudo reprimirse y tocar la medalla para comprobar su peso. “Enhorabuena, campeón”, le dijo. No hubo palabras del Jefe del Estado durante el discurso ni posaron con las futuras generaciones que, entusiasmados, se subieron al escenario para inmortalizar el momento olímpico con el regatista.

Tras soltar amarras y poner rumbo hacía el campo de competición, llegó el momento esperado del día. Letizia, Leonor y Sofía se despedían del presidente del Náutico, Emerico Fuster, y salían por la puerta para hacer un paseíllo sobre el asfalto. Una icónica imagen en la que vimos a la princesa coger por la cintura a su madre, y ésta corresponderle el gesto posando su cuello sobre el hombro de su hija mayor. Antes, un pequeño tropezón de la reina con un pequeño agujero sobre el asfalto estuvo a punto de echar por tierra la escena. Adiós con la mano a todos los congregados y una incógnita. ¿Será la última vez que las veamos este verano? ¿Se dejarán ver con la emérita Sofía?