Aventura en Perú
Andrés Roca Rey: la obsesión de la ausente Victoria Federica
La hija de la Infanta Elena se ha caracterizado por ir a contracorriente, tanto como para no asistir a la fiesta de Leonor
Victoria Federica vive su vida ajena a los compromisos familiares. La influencer no asistió a la Jura de la Constitución de su prima la Princesa Leonor. El compromiso con Roca Rey, al que fue a ver torear en Perú, era anterior al conocimiento de la fecha de la ceremonia real. Desde muy niña ya dio muestras de rebeldía, de ser muy independiente y, de hecho, llegó a autodenominarse Vic; ni Vi, ni Vicky, ni Victoria Federica. Vic de su Único Santo. Es su emblemática y heráldica denominación de origen. Y Vic, según nos confirman fuentes cercanas a su madre, la Infanta Elena, desesperó en momentos a su progenitora. Revoltosa, caprichosa, díscola y desobediente, conquista sin compromiso.
De belleza poco estridente pero clásica, atrae sin prisa, pero sin pausa. Asiste entusiasta a todo tipo de eventos festivos, proclamándose ferviente seguidora de todo lo hispánico: nada parece resistírsele, desde conciertos de música electrónica en los templos de la postmovida madrileña y sucursales mediterráneas, a la eternidad ancestral del planeta de los toros, aficiones que comparte con su madre y que quizá, en determinados momentos, han suavizado asperezas familiares.
Coincidencias de gustos
Pero Victoria, en un segundo tirabuzón de su salto, inesperadamente, de sopetón... pareció dejar un tanto de lado el mundo de la tauromaquia seducida por el brillo de la moda. Vic se va pareciendo cada vez más, en sus gustos, a su distinguido progenitor. Recorre las mejores tiendas, se rodea de los y las mejores especialistas y va tornando progresivamente en influencer.
Sus rasgos intemporales le permiten ir adquiriendo cierto aspecto de aristócrata hippie, o hippie chic. Por lo demás, no cede un ápice en sus costumbres. Victoria Federica va haciéndose también imprescindible en la presentación de cualquier marca de productos relacionados con la moda o la belleza.
Costumbres sofisticadas
Ya parece que Vic no es de este mundo: su figura se estiliza, sus costumbres se sofistican cada vez más, si cabe, y sus idas y venidas ya parecen más propias de la jet internacional tipo Jackie Kennedy o Marisa Berenson. Y, de pronto, en la vida de la nieta de Don Juan Carlos aparece Roca Rey, el tercer tirabuzón del salto al vacío. Andrés es peruano, algo mayor que Vic, descendiente de alemanes y de antiguas familias criollas. Más que una promesa del toreo mundial. un triunfador. Faena de modo excelso, tranquilo, soberano. Redondo. Es frío y apasionado a la vez, con la dosis justa de calculador. Sus rasgos son clásicos e intemporales. Podría ser un ministro de Atahualpa, un samurái del bajo imperio en vías de rehabilitación o un secretario de Francisco Pizarro.
Por todo ello, tal vez se haya convertido en la obsesión de Vic. Al parecer a pocas cosas y a pocas personas pone al nivel del peruano. La Reina Sofía se ofreció a pagar los gastos del viaje de su nieta a Perú, para que no perdiera el dinero, y pudiera estar con su prima Leonor el día de su fiesta, pero Vic se negó provocando el enfado de Doña Sofía, que cumplió el jueves 85 años.
Una corte de amigos tras el diestro
Andrés Roca Rey, aseguran quienes le conocen, es un hombre frío, que sabe modular los sentimientos, tanto los propios como los ajenos, que puedan afectarle. Ha sido mucho el interés mediático que ha despertado su relación con Victoria Federica, tanto que en más de una ocasión se ha hablado de algo más que una afianzada amistad. En cualquier caso, la influencer y su guardia pretoriana de amigos sigue al diestro allá donde torea. Estos días, en Perú, donde ha iniciado su gira por Suramérica, Victoria Federica fue a verle junto a sus inseparables Tomás Páramo y María G. de Jaime. Asistió al festejo, un mano a mano con Joaquín Galdós en la feria de Acho, junto a la madre del torero, María Mercedes Valdez.
✕
Accede a tu cuenta para comentar