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Inteligencia emocional

Beatriz de York multiplica por seis sus beneficios, mientras la ruina derrumba al príncipe Andrés

A la vez que la hija del duque de York se hace de oro, él vive un calvario por sus muchos desmanes. Única alegría para una familia caída en desgracia

La princesa Beatriz de York y su padre, el príncipe Andrés Gtres

La familia de los York está acaparando titulares muy desagradables en los últimos tiempos. Los desmanes del príncipe Andrés de Inglaterra, duque de York, han lastrado a la familia y les ha convertido a todos en miembros de segunda para Buckingham. Su presencia ahora es incómoda y no quieren asociar su imagen pública a la corona, especialmente por la relación del hermano del rey Carlos III con Jeffrey Epstein y el escándalo por corrupción de menores que arrastraba. También hay movimientos económicos controvertidos e incluso fallas en la seguridad del país por sus irresponsabilidades. Encima le han declarado okupa en su casa.

El príncipe Andrés no puede presumir ya de ser ejemplo de nada, algo que ha pasado factura a su exmujer, Sarah Ferguson, pero también a sus hijas, Eugenia y Beatriz de York. Pese a todo, ellas están trabajando por su cuenta para salir a flote y no verse ensuciadas por los escándalos paternos, mientras tratan de no dejarle solo en la intimidad. Un difícil equilibrio en el que Beatriz parece haber logrado lo imposible. Y es que no solo suma hitos personales que hacen que su sonrisa sea imborrable de cara a la galería, sino que también ha amasado su propia fortuna con un buen saber en los negocios. Tanto, que ha multiplicado por seis sus beneficios.

Beatriz de York se hace de oro

La hija mayor de los duques de York está arrasando con la sociedad que levantó hace ahora tres años. No solo ha logrado encontrar un nicho de mercado en el que desarrollarse y posicionarse como un referente en tiempo record, sino que además está consiguiendo unos resultados estratosféricos que han aplaudido en Reino Unido. Especialmente después de que el ‘Daily Mail’, tras la investigación del periodista Richard Eden, haya puesto sobre la mesa mediática los buenos números que avalan su buena visión y buen hacer empresarial.

La princesa Beatriz de York y Edoardo Mapelli MozziGtres

En 2022, la princesa británica, de 37 años, fundó la sociedad BY-EQ, cuyo nombre responde a Beatriz de York Cociente Emocional (Inteligencia). Se trata de una empresa dedicada al asesoramiento de otras compañías sobre la implantación de medidas de inteligencia emocional. Esto, ahora que prima la inteligencia artificial, parece obsoleto, pero se ha traducido en un rotundo éxito. Y es que cada vez son más los que confían en sus consejos.

De ahí que en el último balance de resultados presentado se informe de que ha conseguido unos beneficios que superan el medio millón de libras. También hay que tener en cuenta que a esto habría que restarle los correspondientes costes y gastos, situando la cifra en 274.846 libras. Habrá quien piense que no es tanto, pero sí teniendo en cuenta que es su tercer año y que partía de un primer ejercicio en el que facturó tan solo 39.000 libras. Es decir, en tan solo tres años ha logrado multiplicar por seis sus ganancias, lo que le ha hecho merecedoras de muy buenos titulares en los tabloides británicos estos días.

Príncipe Andrés de InglaterraAgencia AP

Algo necesario para la familia de York, pues ayuda a contrarrestar los golpes que se asestan en otros titulares al príncipe Andrés. Especialmente ahora ante la inminente publicación de un nuevo libro de memorias que removerá su pasado con Epstein y la violación de menores en horrorosas fiestas. Unas en las que se asegura que participaba el hermano díscolo de Carlos III y que él ha negado hasta la saciedad, a pesar de que incluso haya fotos, más allá del testimonio de varias víctimas. Beatriz de York confía en la inocencia de su padre, también en los desmanes económicos, en sus deslices al filtrar información delicada a espías chinos o cuando se niega a abandonar la vivienda que su hermano le cedió, declarándose okupa. Quizá eche mano de su inteligencia emocional para ayudar a su padre.