Algo huele extraño

¿Boicot a Meghan Markle? El raro "error" que arruina su trabajo y sus ilusiones

Nada es casual. Lo que muchos dicen que es fortuito, otros entienden como una forma velada de hundir a la mujer del príncipe Harry

Meghan Markle en una imagen de su serie
Meghan Markle en una imagen de su serieNetflix

Ya se cuentan los días para poder ver el lanzamiento del próximo trabajo de Meghan Markle. La actriz ha estado centrada en un proyecto que le llenaba de ilusión y le hacía más llevadera la cara amarga de la fama. Su popularidad al entrar de lleno en la familia real británica le ha pasado factura, especialmente psicológica, llegando a estar su vida en serios peligros. Pero parece que al alejarse de Reino Unidos y su familia política no han terminado sus problemas. La alargada sombra de sus enemigos ha podido oscurecer sus días felices, especialmente ahora que iba a estrenar en Netflix ‘Con amor, Meghan’. Un programa televisivo que capitanea ella y que, sin explicación que convenza a todos, ha sufrido un bloqueo que le hace entrar de lleno en la oscuridad. Al menos sí en los tiempos que corren, donde lo que no se promociona no existe y aquello que el público no conoce está abocado al fracaso más estrepitoso.

Meghan Markle en una imagen de su serie
Meghan Markle en una imagen de su serieNetflix

Eso es lo que teme Meghan Markle que le suceda, después de la última jugarreta sufrida. Instagram, sin previo aviso y sin explicación aparente, ha decidido bloquear el hashtag con el que se promocionaba su nuevo proyecto. A falta de unos días de su estreno, nadie que busque #WithLoveMeghan lo encontrará. Aun con expreso deseo de encontrar contenido sobre su programa podrá hacerlo. Una restricción que, al parecer, se debe a un “error” y que impide a los usuarios de la red social informarse sobre el documental. Ocho capítulos que podrían irse al garete por lo que algunos ya tildan de boicot, aunque aún se hable de un caprichoso error que le ha afectado a ella, por mera casualidad.

Es más, aquellos afortunados que lograban caer en las imágenes y vídeos promocionales de ‘Con amor, Meghan’, lo hacían aún con restricciones ilógicas. Por ejemplo, se les avisaba de que “el contenido es sensible”. Una categoría que se le atribuye a aquellas imágenes que incluyen explícitas escenas de accidentes, agresiones, lesiones o sexo. Todo eso que un menor de edad no debería encontrarse tan fácilmente en internet. Vamos, que pocos quieren ver algo macabro que pueda perturbarles, de ahí que ante el aviso de que podrían acabar malparados si siguen adelante con la visualización, prefieran dar marcha atrás y continuar sus vidas sin riesgo. Eso sí, no saben que detrás hay contenido blanco, con cero referencias polémicas, para toda la familia y en la que la mujer del príncipe Harry ha puesto todas sus ilusiones. Claro está, ante el escándalo ocasionado al percatarse de la jugarreta que se le estaba haciendo a Meghan Markle, desde Meta, empresa propietaria de Instagram, se ha pedido perdón, se ha tocado la tecla que se accionó por “error” y todo vuelve a estar bien. No ha sucedido nada, todos felices.

Claro está, no es así. Se han perdido muchos días de inversión en publicidad y la promoción prevista en redes sociales para Meghan Markle por parte de Netflix se ha ido al traste. Al menos se ha pedido perdón desde la compañía de Mark Zuckerberg, explicando que todo responde a una equivocación a la hora de valorar el programa de la duquesa de Sussex. Lo que podría ser para todos los públicos se le consideró un peligro para los más pequeños, de ahí la alerta de “contenido sensible” explicada “por seguridad infantil”. Vamos, que no van a dar más explicaciones más allá de que se equivocaron al cortar el cable rojo y la bomba estalló. Aun así, sea cual sea la motivación subyacente, parece difícil que su segunda incursión en Netflix no goce de tan buena acogida como la primera. Todo se desvelará a partir del próximo 15 de enero, cuando se estrene el programa y se hagan cálculos sobre si se le hizo daño en su campaña de promoción o si todo quedó como una anécdota inocente.