Disputas
Desde Caín y Abel a Carlos III y Andrés, pasando por los hermanos Gallagher, las guerras fratricidas son un clásico
El arquetipo se repite a lo largo de generaciones sin necesidad de cetro ni corona. Noel Gallagher confesó que adoraba a su madre hasta que dio a luz a Liam
Uno de los pasajes bíblicos más impresionantes es el que relata el asesinato de Abel a manos de su envidioso hermano Caín y el castigo divino al homicida. La historia, contenida en el Génesis 4, del versículo 1 al 16, inspiró un arquetipo que se repite en las familias, pero también entre pueblos y grupos que, aun compartiendo una misma raíz, terminan en rivalidad y violencia.
Ni siquiera los dioses se salvan. En la mitología griega tenemos a los hermanos titanes Cronos y Rea o a los gigantes Oto y Efialtes. También los hijos de Edipo, Etéocles y Polinices, se mataron mutuamente en una guerra por el poder. La mitología romana nos regala la leyenda de Rómulo y Remo. Tras ser depositados en una cesta y arrojados a la corriente del Tíber, los gemelos fueron amamantados por una loba y criados por un pastor. Pero tras una disputa, Rómulo dio muerte a su hermano Remo y se convirtió en el primer y mítico rey de Roma.
En un contexto bien distinto, la actualidad sugiere otros dos nuevos nombres: el rey Carlos III y Andrés Mountbatten-Windsor. ¿Cuánto tiempo llevaba gestándose esta falta de amor fraternal que hizo al hasta ahora príncipe ignorar cualquier respeto hacia quien ostenta el trono británico? ¿Cuántas noches de insomnio ha sufrido el monarca por la deriva del hermano hasta tomar la decisión histórica de despojarle de sus títulos?
Como castigo por su fratricidio, Dios obligó a Caín a dejar de cultivar la tierra y a vagar como fugitivo por el mundo con la marca de Caín. Él manifestó angustia por este castigo, pero jamás mostró remordimiento alguno por sus actos, y vivió el resto de sus días en la tierra de Nod (al oriente del Edén) con su esposa e hijo. Hoy es Andrés quien es desalojado de Royal Lodge y deberá iniciar una nueva vida como plebeyo.
La expulsión de Wallis Simpson y Eduardo VIII
El antecedente más próximo es la abdicación de Eduardo VIII para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson en diciembre de 1936. Cuando su hermano menor, Jorge, se convirtió en rey, no le invitó a la coronación y le negó a Wallis el título de Alteza Real. Nunca regresó al Reino Unido y no fue invitado a la coronación de Isabel II. Los biógrafos de los Windsor sospechan que una situación similar podría repetirse con el príncipe Harry cuando el heredero Guillermo acceda al trono británico.
Las guerras fratricidas no necesitan coronas ni cetros, a veces casi ni argumentos. Si nos trasladamos a la música, tenemos a Liam y Noel Gallagher, fundadores de Oasis en 1991. En agosto de 2009, el primero rompió una guitarra Gibson roja que pertenecía a su hermano mayor Noel en el backstage del festival Rock en Seine en París. Era solo el broche a una vida de disputas. Durante un acalorado intercambio en 1995, que tuvo lugar frente al periodista John Harris durante una entrevista para NME, Noel dijo que discutían cada hora todos los días.
Poco después de que se rompiera la guitarra, Noel abandonó la banda diciendo que "simplemente no podía seguir trabajando con Liam ni un día más". Más tarde acusó a su hermano menor de intentar atacarlo con la guitarra, blandiendo la guitarra "en el aire como un hacha".
El detonante del peluche
La guitarra se vendió hace unos días en una subasta por 325.000 libras. En 2019, Noel concedió una entrevista a "The Guardian" que llevaba el titular: "Adoraba a mi madre hasta que dio a luz a Liam". Seis años después, en 2025, la banda se reunió para una gira mundial de 41 fechas.
Desde entonces, Noel ha bromeado diciendo que se peleó con Liam porque su hermano le robó su osito de peluche en 1978. A principios de este año, describió a Liam como "increíble", y añadió: "Es genial estar de vuelta en la banda con Liam".
¿Tendrán este mismo final feliz las tensiones que mantiene Brooklyn, el hijo mayor de los Beckham, con sus hermanos?